CAPÍTULO 4

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(NARRA GATO )

¿Qué se piensa? ¿Se cree que no caerá rendida a mis pies? ¡No me gusta que me desafíe tanto y menos que se burle de mí!

Me siento en mi cama e inhalo y exhalo varias veces para calmar la rabia que me está apoderando. ¡Maldita estúpida!

—Pero una estúpida realmente hermosa... —murmuro mirando al frente.

—No me digas que te has enamorado de la chica —miro a la puerta y ahí veo a Pipe, molestándome como cada día.

—Cállate un rato Pipe, ¿No te cansas de molestarme?

—No, al contrario, me gusta molestarte, me divierto —dice riéndose.

—¿Por qué no te pierdes un rato?

—Porque me necesitas para contarme tus amoríos con la chica esa.

—En serio Pipe, para, no me gusta.

—Pues nunca habías demostrado tanto interés en una mujer.

—Lo sé, pero no sé, cuando la tuve delante ayer en la discoteca, sentí algo raro dentro.

—Ay amigo, ¿De verdad no te gusta ni un poquito?

—¡No, ya deja de ser pesado! Es más, prepara el coche que nos vamos—me levanto de la cama y entro al baño.

—Sí, porque tu enamorada te esperará.

—¡Pipe!

—Sisi, ya me voy.

Me arreglo un poco el pelo y me hecho colonia. Cojo la americana que está en la cama y me la pongo mientras bajo las escaleras.

—¿Lo tienes todo? —pregunta Pipe al verme.

—No, espera —subo a mi habitación y cojo la pistola, mi móvil y la cartera, bajo las escaleras y subo al coche —Ahora sí.

—Pues entonces vamos —arranca el coche y salimos.

—¿Quiénes son los dos hombres que están en el otro coche?

—Los nuevos guardaespaldas, estaban buscando trabajo.

—¿Y quién los ha recomendado?

—No lo sé.

—¿Cómo que no lo sabes? ¿¡Dejáis entrar a dos desconocidos y los ponéis a trabajar conmigo sin saber quiénes son!? ¿Y si son policías o algo?

—Tranquilo, esos no tienen pinta de ser policías, además, los hemos investigado y no tienen nada, solamente viven con sus padres.

—Más os vale que sea así —aparca el coche y bajamos para entrar a la discoteca.

—¿Estará tu enamorada? —pregunta mientras subimos al palco.

—No lo sé, y tampoco me importa.

—Sisi...—empieza a reírse y lo miro confundido.

—¿Qué te hace tanta gracia?

—Que ahí la tienes —me giro y ahí la veo parada, con un vestido rojo ceñido a todo su cuerpo, corto hasta el muslo y de tirantes como el otro, pero con la única diferencia que este tiene un gran escote, sigo mirándola y en los pies lleva los mismos tacones, y el pelo lo lleva atado en una coleta alta —Disimula hombre, que se va a dar cuenta —murmura a mi lado.

—Cállate —veo como se acerca a nosotros moviendo exageradamente las caderas, mientras una sonrisa aparece en sus labios.

—¿Me echabas de menos Gatico? —pasa sus brazos por alrededor de mi cuello y besa mi mejilla —Holaa —dice saludando a Pipe de lo más contenta —¿Es así de raro siempre?

REENCUENTRO [ZAYN MALIK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora