CAPÍTULO 12

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(NARRA GATO)

Me levanto de la cama y me asomo a la ventana. Está amaneciendo y las ramas de los árboles ya se están moviendo con fuerza a las seis de la mañana. <<Hoy hará frío>> pienso.

Me giro y veo a Martina durmiendo tranquilamente. Su respiración es relajada al igual que la expresión en su cara. Sigo mirándola detalladamente y veo como la expresión de su cara se empieza a poner triste, su ceño se frunce, sus ojos se aprietan y sus finos labios hacen un puchero. Traga saliva y veo como empieza a agitarse y llorar, me acerco a ella rápidamente y acaricio su cara con suavidad.

—Ayudarme...por favor me quiere... —se remueve en la cama sin abrir los ojos.

—Martina —susurro sin dejar de acariciar su cara —Hey, hermosa —abre sus ojos y se sobresalta alejándose de mí —Hey, tranquila que soy yo —sonrío y tiendo mi mano.

—Gato... —me mira y se acerca a mí abrazándome fuerte —Él... me...—dice entrecortadamente.

—¿Quién?

—El tipo ese, me viol...

—Sh...tranquila que ha sido todo una pesadilla. Estás aquí, conmigo —beso su frente y la sigo abrazando —Vuelve a dormir, que es muy temprano —se acomoda en la cama y la tapo con el nórdico.

—No te vayas, quédate aquí conmigo por favor —asiento con la cabeza y le doy un tierno beso en la frente.

—De aquí no me voy a mover.

—Acuéstate aquí conmigo... —murmura limpiándose las lágrimas. Me levanto y me acuesto a su lado, poniéndome boca arriba y abrazándola.

—Descansa hermosa —susurro y siento como su cuerpo y su pulso vuelven a relajarse poco a poco, mientras acaricio su brazo derecho, que está alrededor de mi abdomen.

No puedo quitarme de la cabeza la imagen de ayer, de cómo Martina estaba en el suelo golpeada, llorando, con el miedo invadiendo su cuerpo, mientras el malparido de Ribas se ponía entre sus piernas para violarla. Cierro los ojos y aprieto mis labios para no levantarme e ir donde está él, y molerlo a golpes. No me quiero ni imaginar si no entramos a tiempo.

No sé qué tiene esta mujer, que, a pesar de desconfiar de ella, verla así, en este estado, me rompe el alma. Pero me encanta cuando me desafía y no obedece lo que le digo, no me tiene miedo, a pesar de que la he amenazado con mi arma, no me teme, y eso es algo que adoro de ella, que no tema a absolutamente nada de lo que le digo.

Pipe me dice que he cambiado muchísimo en este tiempo que está ella aquí, que me comporto de una manera diferente. Dice que estoy así porque estoy enamorado de ella, pero no, no lo estoy, simplemente siento la necesidad de protegerla y cuidarla, pero no voy a negar, que me atrae muchísimo.

Tocan a la puerta de la habitación y rápidamente miro a Martina de que no se haya despertado. Sonrío al verla, simplemente, es hermosa. Poco a poco quito su brazo de mi cuerpo y me levanto con cuidado de no despertarla. Me pongo una sudadera gris, igual que el chándal que llevo, y abro la puerta. Es Pipe.

—Perdón por molestarte amigo, pero Ribas no para de gritar de que quiere hablar contigo. ¿Qué hacemos? —pregunta.

—Quédate aquí adentro de la habitación, no salgas para nada —la miro y lo miro a él —Está teniendo pesadillas con lo de ayer, lleva casi toda la noche así.

—Descuida, de aquí no me moveré —asiento y salgo de la habitación.

Bajo las escaleras y camino hasta la puerta trasera, salgo y sigo hacia unas puertas medianas que están en el suelo, detrás de la piscina, pero un poco más alejado. Las abro y entro, bajando con cuidado las escaleras.

REENCUENTRO [ZAYN MALIK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora