67

4.2K 454 407
                                    

8 de febrero 1864

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

8 de febrero 1864.
Pensilvania.

Harvie estaba en su tienda, donde intentaba controlar el entorno para mantenerlo lo más limpio posible y realizar cirugías. En esos momentos tenía a un soldado acostado en la mesa con una herida infectada en la mano, la gangrena le estaba comenzando a comer todos los tejidos y el hueso, por lo que no le quedaba opción salvo amputarle la mano antes de que la infección avanzase y tuvieran que cortarle todo el brazo.

Tenía otros dos cirujanos de aprendices, un poco mayores que él, pero que admiraban su trabajo como muchos otros y por lo tanto lo seguían. Uno de los cirujanos, era el mismo que tiempo atrás había estado molestando a Olivia de camino al campo en el Río Susquehanna, pero eso Harvie no lo sabía.

Remojó sus cuchillas en una fuente con alcohol y se lavó bien las manos, desde los codos hasta debajo de las uñas. Usaba un delantal para cubrir su traje de la sangre y aunque le habría gustado tener guantes de látex o una máscara, su equipo no llegaba tan lejos.

Colocó un palo entre los dientes del hombre para que mordiera mientras comenzaba el procedimiento y tomó una de las cuchillas. La más fina y manejable, que usaba para abrir los primeros dos cortes en la piel.

Estaba por comenzar cuando Jonathan asomó en la carpa y causó que Harvie alzara la cabeza y el soldado se relajara como gelatina en la mesa.

—¿Puedo ayudarle, teniente?

—¿Puedo hablarle un momento a solas, doctor Aston?

Harvie señaló la salida hacia los dos cirujanos y cuando quedaron a solas, le pidió a Jonathan que se encargara de sujetar al hombre por los hombros ahora que se había quedado sin asistencia y retomó la tarea en lo que lo escuchaba.

Era difícil hablar cuando el soldado comenzaba a gritar.

Harvie hizo dos cortes angulares por sobre la muñeca y levanto la carne para poder ver el hueso y tomar la cuchilla más grande. Separó los nervios con unas pinzas, dejándolos sobre la parte intacta del brazo del soldado y una vez atravesó el hueso, tomó una de las cuchillas medianas y terminó de cortar la carne desprendiendo la mano y levantando el brazo restante para detener el sangrado.

Jonathan apretó al soldado contra la mesa mientras este se retorcía y lloraba por culpa del dolor y le cubrió los ojos con una mano para que no viera su mano amputada.

Harvie dejó la mano a un lado y tomó la aguja y el hilo para cerrar la herida sobre sí misma y detener el sangrado. No le quedaría una cicatriz prolija y estética como las que eran capaces de alcanzar en el futuro, pero sí le salvaría la vida.

—¿No dirá nada?

—Espero que termine.

Harvie no insistió y cuando terminó de vendar la herida, dejó que se llevaran al hombre en una camilla y remojó sus manos en agua caliente para lavar la sangre.

Vidas cruzadas: El ciclo. #1 TERMINADA +18. BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora