🌹|| "17"

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Ya ha caído la noche y está un poco fresco afuera, para fortuna de todos. Tlecuauhtli yace dormido en una de las esquinas de la cama, rodeado del aroma de México y otras prendas reconfortantes que le traen seguridad.

Juan está en la habitación del pequeño mientras que su jefe comparte unos momentos con sus amigos, sabe que el Omega necesita un poco de descanso, así que no le incómoda para nada cuidar del pequeño. Tampoco le regaña a México por no cuidar de él unas horas, ya que el moreno era muy responsable y que ahora quiera beber y bromear con sus amigos no le iba a afectar en nada al bebé.

Abajo, en la sala, algunos países estaban disfrutando del momento, con música en un volumen moderado y bebidas que harán que les duela la cabeza en la mañana, sin embargo ninguno piensa embriagarse. Ver a México de nuevo en las juntas es algo que les alegra, así que no lo echaran a perder por los efectos del alcohol.

USA está con ellos, sonriendo tranquilo recargado en su hermano. Está cansado, pero igualmente quería bajar. Canadá no se molesta por ello y lo deja dormir en su hombro; Brasil está en otro de los sillones, enmedio, Uruguay está a lado izquierdo y Paraguay a lado derecho, Chile y Argentina están viendo una película en el teléfono del segundo, aunque el chileno ya se está quedando dormido. México está sentado en un sillón individual, pero Costa Rica está sentado en una de sus piernas, esto porque el mexicano le dijo que podía sentarse allí para que no se sentará en el suelo.

Estaban disfrutando el momento, hasta en cierto punto, le pintaron la cara a Chile quien se había quedado dormido. Todos le pintaron algo en la cara por turnos, desde bigotes hasta unas "pecas" grandes, claro que Argentina y México se miraron cómplices para pintarle unos penes en la cara, más específicos, en las mejillas.

— Yo lo llevo — dijo Canadá, agarrando con cuidado a Chile quien prácticamente se le colgó como un koala aún dormido.

— Para quitartelo va a ser un pedo — dijo México.

— Y si, a mi ya me ha abrazado y no me lo pude quitar hasta que se despertó — comento el argentino quitando la película que estaban viendo.

— ¡Suerte! — le dijeron Uruguay y Paraguay al mismo tiempo, levantando la cerveza en perfecta sincronización.

Todos soltaron una risa cuando Canadá puso una cara casi de arrepentimiento cuando se dió cuenta de que lo que decían era verdad.

México palmeo un poco la pierna de Costa Rica para que esté se levantará de nuevo y el Alfa así lo hizo, cuando le pregunto a dónde iba el moreno contesto un: "Voy a tomar aire" y salió por la puerta de enfrente para después sentarse en una de las bancas que había en el patio de enfrente de la casa. Se sentía tranquilo y le alegraba haber decidido venir; miro detrás de el cuando escucho unos pasos acercarse a el, era Argentina, quien venía cabizbajo pasando una mano por su nuca, avergonzado.

— ¿Puedo? — pregunto antes de tomar asiento.

— Clarín cornetas, jóven.

Argentina sonrió tomando asiento a lado del moreno.

— Mira, este...yo quería disculparme contigo. La última vez que hablamos me comporte muy mal contigo — empezó a hablar.

— Si, te compraste como un estúpido — rió con amargura.

— Yo...de verdad lo siento. No debí meterme en tus asuntos, no quería decirlo de ese modo y sin embargo te ofendí mucho, lo siento — se disculpo de nuevo.

México le miro de reojo, sabía cuándo Argentina decía las cosas enserio y está era una de esas veces. Si bien ya no estaba enojado con el, le había causado dolor por un buen tiempo.

CONQUISTANDO AL ÁGUILADonde viven las historias. Descúbrelo ahora