CONQUISTANDO AL ÁGUILA

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Bolivia se quedó a lado del moreno, hablando y mimandolo. México ni se quejaba por ello, le gustaban los mimos por más que lo negara.

Alemania se quedó sin galletas, Tlecuauhtli había "ganado" todas las galletas y tenía una sonrisa de satisfacción que a los demás Alfas les hacía sentir que estaba burlándose de ellos. Pero esa sonrisa no parecía ser un gesto que haría México, no, Austria sabía exactamente quién hacía esa misma sonrisa de satisfacción.

— He visto esa misma sonrisa en otro país — dijo Canadá mirando atentamente al pequeño.

— A mi también se me hace familiar — contesto Alemania mirando con más atención a Tlecuauhtli.

Los demás que estaban en la mesa también lo vieron, pero unos golpecitos en la puerta los hicieron distraerse. Japón cargo al pequeño y siguió jugando con el un buen rato, USA le daba pequeños pedacitos de galleta y Alemania solo estaba viendo entretenido como el pequeño arrojaba unos de los pedazos al suelo o a la cara del canadiense, quien estaba cerca de ellos.

Canadá solo se reía y comía uno que otro pedazo que el pequeño le lanzaba. Brasil fue a la puerta y abrazo a los que habían llegado, un poco tarde, pero habían llegado; los países entraron saludando un poco a todos y otros de los ya presentes se levantaban para ir a abrazarlos o saludarlos más de cerca.

— ¡Rusia! — llamo uno de los recién llegados a la casa.

El ruso se levantó y fue a abrazar a Bielorrusia, Rusia era muy bueno con sus "hermanos", cuidando de ellos con cariño y siendo de apoyo algunas veces.

— Ucrania — saludo al de cabello largo.

— Rus — contesto serio saludando al más alto con un apretón de manos. 

Bielorrusia y el recién llegado Ucrania fueron saludados por todos, con Ucrania eran un poco más alejados, esto porque al ucraniano le molestaba un poco el contacto físico o muestras de afecto. Pero con el bielorruso era otra historia, eran muy cariñosos con el y esto era muy a propósito solo para hacer que se pusiera tan rojo como un tomate.

Bielorrusia era demasiado tímido y las muestras de afecto a su persona le daban mucha pena, así que era adorable para algunos verlo esconderse en su bufanda. Finalmente los dos Alfas llegaron a dónde estaba México y este les saludo amable como de costumbre y también muy emocionado de verlos de nuevo, México les preguntaba por sus demás "hermanos" esperando saber cómo habían estado durante tanto tiempo.

Los dos le contestaban a todo lo que querían saber, al igual que Rusia le tenían mucho respeto al hombre moreno y le trataban como a alguien de mucha autoridad; esto más bien se les había quedado de hace mucho tiempo, pues México también había sido su tutor.

— Me da mucho gusto verlos, enserio — finalizó México con una sonrisa a ambos.

— A nosotros también nos da gusto verlo de nuevo — contesto Ucrania mientras que el bielorruso solo asentía.

Perú, que estaba allí cerca, les hizo sentarse y les sirvió un plato de comida; Bolivia siguió mimando a México, le daba algunos besos en la frente y le acariciaba la espalda, esto relajaba al Omega así que se dejó hacer.

Después de eso siguieron las bromas y conversaciones entre todos, México se separó del boliviano y fue a hablar con los dos recién llegados, algo que a Bielorrusia pareció emocionarle mucho ya que desprendía un aroma a alegría que no podía esconder. México sonrió ante aquello, ver a Rusia, Ucrania y Bielorrusia juntos por un momento le hizo volver a cuando eran solo unos cachorros y él su simple tutor. URSS había sido el principal tutor de las representaciones, representando más esa figura estricta y autoritaria para ellos, mientras que México era el que representaba a alguien más suave y paciente con ellos.