🌹|| "23"

711 86 14
                                    

Horas más tarde, en casa de Brasil.

Absolutamente todas, si, TODAS, las personas, organizaciones, gobernadores y representaciones ya sabían lo que había hecho el chileno. Ya todo el mundo lo sabía, hasta ONU quien al parecer había empeorado y seguía en cama.

México estaba neutral ante todo, no hacía caso de las noticias y trataba de mantener a todos los Alfas a ralla, o al menos los que estaban un tanto alterados. Algunos sentían su orgullo herido al olvidar tan importante paso cuando se busca a un Omega como pareja, que Chile (un despistado total) hubiera recordado ese paso les hacía sentir idiotas, no estaban molestos, más bien avergonzados con ellos mismos.

Austria estaba tranquilo, él no había empezado nada con México, solo llevaba esa relación de amigos con él. Y aunque quería intentarlo, no estaba tan seguro de hacerlo. Perú solo había dado unos indicios de que quería algo, pero tampoco había sido tan, TAN, directo como Chile. Bueno, definitivamente habían metido la pata.

— ¿Crees que estén molestos conmigo? — pregunto Chile a México.

— No, solo les heriste el orgullo — contesto el moreno dejando a su pequeño dormido en la cama rodeado de almohadas y ropa con el aroma de México.

Ambos habían subido para dejar al pequeño dormido, Tlecuauhtli estaba tan agotado por el paseo que solo con unos arrullos termino dormido; era adorable, Chile veía al pequeño, oh era tan lindo. Tan lindo como su padre (México). Miro al moreno de reojo, estaban sentados al borde de la cama, México también se notaba cansado, quizás por tanto caminar y el calor de afuera.

— Si estás cansado deberías descansar — sugirió apartando unos mechones del rostro del mexicano, así hasta acariciar la mejilla (derecha) del mismo.

— No estoy cansado, solo estoy muy cómodo — respondió cerrando sus ojos y recargandose en la mano del chileno — tu mano está tibia.

— E-Es por el calor — contesto quitando su mano.

México se quejo por ello, Chile simplemente se disculpo y dijo que bajarán para comer algo. El moreno asintió a esto y se le pegó a Chile, esperando algún cariño de él o algo así, el chileno solo le rascó la cabeza hasta que le escucho ronronear.

Algunos evitaron a los dos recién llegados a la sala, México estaba un poco agradecido por ello así no estaba tratando de poner atención a lo que le decían todos al mismo tiempo. Perú en cambio le fue a hablar como siempre, al igual que Austria; momentos después de comer el mexicano estuvo tranquilo, hablando con algunos de vez en cuando y también peleando con otros por razones un poco estúpidas, pero bueno, eso no era novedad. Los latinos siempre "peleaban" por tonterías.

Cuando terminaron unos fueron a dormir una siesta y otros a perder el tiempo de alguna u otra manera.

— ¿Me puedo sentar?

México escucho la voz grave, pero amable del estadounidense. Le miro unos segundos hasta que le indico al castaño que podía tomar asiento; USA se sentó a lado de México, al principio mirando a la nada, ninguno de los dos hablaba mucho a menos que se tratarán de negocios o algún otro tipo de trabajo. México estaba incómodo, pero no por la presencia del estadounidense sino por el silencio entre ellos.

— ¿Ya has...hablado con él? — pregunto USA.

— Si, en la mañana le mandé un mensaje, ONU quiere hablar con los dos — contesto México mirando al estadounidense.

— Entiendo, no me dirás quien es ¿Verdad? — cuestionó mirando al moreno.

— No, no te lo diré. Eres tan chismoso como hace años — se "quejo" con una sonrisa tranquila — solo te puedo dar gracias, supongo, por ayudarme unos meses.

CONQUISTANDO AL ÁGUILADonde viven las historias. Descúbrelo ahora