CONQUISTANDO AL ÁGUILA

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México salió de la oficina de la ONU, la organización le había invitado a comer algo para que pasara el rato. Pero al último el mexicano no quiso, ONU le dijo que estaba bien y le dejo irse diciéndole que podía ayudarlo cuando se sintiera cansado. El mexicano de nuevo le dió las gracias y empezó a caminar por los pasillos buscando al canadiense.

Llegó a la sala donde estaban un grupo de países esperando por el, como Rusia, Alemania, Argentina, Chile, Bolivia, Brasil, Perú y Canadá obviamente. Suspiro cansado deseando que no le hicieran tantas preguntas, pero en realidad el primero en ir a abrazarlo fue el brasileño quien prácticamente se le tiró encima tumbandolo al suelo con una sonrisa.

— Oh México, eu estava tão preocupada com você [ Oh, México, estaba tan preocupado por ti ] — hablo Brasil con los ojos llorosos.

— Ei? Nao, nao chore brasil nao chore [ ¿Oye? No, no llores Brasil, no llores ] — dijo México abrazando al Alfa que lo abrazaba como si fuera un peluche, sonrió acariciando la cabeza de Brasil — Relaxe, não precisa se preocupar. Estou bem. [ Relájate, no te preocupes. Estoy bien ].

Brasil ayudo al mexicano a ponerse de pie y abrazarlo de nuevo, ambos siempre se habían tratado bien y solían hacer algunas locuras juntos. De verdad Brasil se preocupo por México cuando esté no estaba.

Después de ellos dos los demás también empezaron a saludar al mexicano, uno por uno, le decían que estaban felices porque estuviera bien y gozará de buena salud. Todos le prestaron atención al canadiense cuando esté llamo México, el Omega se dió cuenta de que Tlecuauhtli ya estaba a punto de romper en llanto al no ver a su padre.

— Ow, no llores, papá ya está aquí — dijo México cargando al pequeño antes de que llorara.

— Eres un desastre — se escuchó la voz del estadounidense, el cual le limpió la carita al bebé — listo, ahora te ves más decente.

— Hola USA — saludo el mexicano.

— Hola México.

El ambiente estaba algo tenso, pero de nuevo Tlecuauhtli miro a USA y emocionado le extendió las manitas entre risas. USA sin más remedio lo cargo y le dió un beso en la frente solo haciendo que el pequeño riera más escandaloso, agarrando las mejillas del estadounidense y seguir riendo queriendo más besitos.

Los demás se quedaron un poco pensativos; normalmente un Omega no permitiría que un "desconocido" para el bebé le cargará si no pedía permiso para hacerlo, pero México le permitía al castaño cargar al pequeño como si fuese alguien importante para el bebé. USA notó como unos Alfas soltaron un ligero gruñido, así que alzó ligeramente la vista respondiendo con un gruñido también. Todos fruncieron el seño, en cambio, México golpeo su zapato contra el suelo causando un gran eco llamando la atención al instante.

— También me alegra verlos de nuevo, mi hijo se llama Tlecuauhtli, pero le pueden decir "aguilita" de cariño. Cómo lo hacen mis estados — dijo serio, soltó un suspiro y cargo de nuevo al bebé — los veo cuando dejen sus pleitos. Yo ya me voy a la chingada.

— ¡No! —  detuvieron Argentina y Chile al mismo tiempo.

México les miro alzando una ceja esperando a que terminaran de hablar.

— D-Digo...eh ¿No quieres tomar algo con nosotros? — pregunto el chileno con una sonrisa.

— Hace mucho no salimos — agrego Perú.