🌹|| "43" 🔞

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Habían pasado unos cuantos minutos desde que estaba en la habitación con el mexicano en celo.

Y en esos minutos los gemidos lastimeros del omega llenaban la habitación, Perú tenía el miembro del mexicano en su mano acariciando rápido pero con cuidado. Subía y bajaba con facilidad deteniéndose de vez en cuando en la punta dónde presionaba solo para escuchar los gritillos ahogados del moreno.

Perú estaba recargado en la cabecera de la cama con el omega recargando su espalda en su pecho, tenía las piernas ligeramente abiertas, temblando por los espasmos que le generaban las caricias del peruano. Tenía también la cabeza del mexicano recargada en su hombro escuchándolo jadear y gemir quedito.

Oh, pero eso no era suficiente.

— P-Perú — le llamo tomando su mano — haz algo. Me pica.

El peruano iba a decirle algo pero está vez fue él quien contuvo un jadeo, dl omega había dirigido su mano hacia un lugar más que peligroso. Estaba mojado, muy húmedo por el lubricante que goteaba de allí.

Miro de reojo al mexicano viendo embobado cómo estaba todo sonrojado y la comisura de sus labios estaba un poco de saliva.

— Eres precioso México¿Lo sabías? — pregunta sin esperar respuesta tomando con su mano libre la barbilla del omega para atraerlo a un beso que aseguraba dejarlo sin aliento.

El omega correspondió el beso sin hacerle esperar, ya no creía tener más paciencia. Sentía con gusto como la lengua del peruano se paseaba por su boca acariciando suavemente sus labios con su lengua cuando se separaron. México iba pedir otro beso y antes de hablar se encogió en si mismo al sentir algo dentro suyo.

— Estás tan mojado aquí — comento el peruano.

— ¡Aah! P-Perú, mhg... — se mordió el labio ahogando un grito.

El omega temblaba al sentir como el dedo del peruano se movía dentro de el, suave, sin apuros. Lo sentía claro y eso le daba vergüenza (algo extraño en toda la situación).

— Perú, rápido — pidió dándose vuelta en la cama quedando frente a frente con el alfa enredando sus brazos en el cuello — rápido, alfa~

Dijo antes de besarlo, beso que claramente el peruano correspondió.

— ¡Ah!

Se separó bruscamente al sentir como aquel dedo entraba y salía ahora con apuro golpeando fuertemente dentro de él sin descanso alguno. Lo metía profundo y una vez allí presionaba buscando la próstata del omega. Una descarga de placer le hizo arquear la espalda y de sus ojos comenzaron a asomarse pequeñas lágrimas, su boca abierta dejaba escapar gemidos altos y bajos, agudos y unos ahogados cuando se mordía el labio para frenarlos.  

Perú seguía moviendo su mano entre las nalgas del moreno mientras observaba aquellos ojos llorosos y brillantes cuál estrellas en el cielo. Con su mano libre estaba acariciando suavemente las caderas del omega cómo si fuesen de la más delicada porcelana, escuchaba aquellos sonidos obscenos salir de su boca como si fuesen una pieza clásica de aquellas que solo los más afortunados podían escuchar y entender.

Apreciaba tanto a la persona en sus brazos como solo se puede apreciar a aquello más amado.

— Ugh~ mm...

— ¿Te gusta? — le pregunta a un México tembloroso.

— Si, si — responde cuando organiza sus pensamientos mucho.

— ¿Te gusta mucho? — pregunta de nuevo mientras le sonríe.

— Si, mucho — le contesta — por eso. Alfa ,ugh, d-dame duro.

CONQUISTANDO AL ÁGUILADonde viven las historias. Descúbrelo ahora