🌹||"22"

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México estaba caminando a lado de un Uruguay ya domado mientras los demás estaban tranquilos comiendo el helado que Austria les había comprado. Rusia seguía agarrando al austriaco de la manga de la camisa y Austria no hacía más que avergonzarse del comportamiento de la potencia.

Brasil les saludo de lejos y todos fueron con el, al parecer iban a ir a otros lugares para pasar el rato.

[...]

En la casa del brasileño todo iba bien, o más o menos, Sao Paulo se había ido pues Venezuela le dijo que el se encargaría de cuidar la casa y como el brasileño no quería convivir con nadie pues se terminó yendo del lugar.

Venezuela no sabía que hacer, mientras que Siria estaba sentado en uno de los sillones viendo las noticias en la televisión. A Venezuela no le gustaba ver las noticias, pero a Siria si.

— Apaga la tele — pidió acercándose al sirio.

— ¿Por? — pregunto mirando al venezolano.

— Sabes que no me gustan las noticias.

Siria miro al venezolano unos segundos hasta que apagó la televisión, seguido de esto Venezuela se sentó en las piernas del sirio, posando las suyas a lado de la cadera de Siria. El de ojos verdes abrazo al contrario por la cintura, Venezuela hizo lo mismo pero lo abrazo del cuello, después acariciando sus cabellos cuando retiro la prenda en su cabeza.

El venezolano sonrió satisfecho al sentir los ronroneos en su pecho, dónde Siria recargaba su rostro, le parecía que estaba ronroneando como un dócil gatito. Le encantaba que fuera así solo con el y nadie más.

[...]

En otro lado no había mucha diferencia de lo que estaba pasando en casa de Brasil; solo que México estaba de pie abrazando al peruano entre ronroneos audibles para todos.

Momentos antes Canadá y Alemania habían tenido una pequeña disputa por saber con quién iba a estar el mexicano mientras caminaban por el parque. Terminaron espantando al bebé (también cargado por Perú) e inquietando al lobo de México, quien terminó en los brazos del peruano buscando la calma.

México había dejado de tomar supresores de aroma y también para el celo, los cuales solía tomar un mes antes de su celo y cuando estaba en su celo; debido a esto el aire estaba dulce, pero no al punto de parecer empalagoso, su carácter también era más dócil, esto claramente de parte de su lobo, el cual era lo opuesto a México. Su lobo exigía atención y cariños, buscando ser abrazado y esconderse de los Alfas más fuertes y agradables que conocía, le encantaba que le tratarán bien y con cuidado.

La cosa cambia cuando hablamos de su lobo Alfa, este era más territorial y hasta serio. Le gustaba dar cariños, pero no recibirlos y amaba que los demás le mirarán hacia arriba, pero era un total caballero. Podía gruñirte amenazante o ronronearte alegre, pero nunca amoroso; la última vez que el Alfa le ronroneo amoroso a alguien, fue a URSS. El soviético domo tan bien a México cuando era Alfa, que hasta le veían pasear como un cachorro enamorado por la casa de la Unión Soviética cargando alguna carta para dársela al de habla rusa.

Volviendo a la actualidad, Perú correspondía los abrazos de México y a la vez hacía reír al cachorro. Pero esto no duró mucho pues ahora el Omega estaba saltando de Alfa en Alfa para ponerles alegres, hablaba con uno unos minutos y después iba con otro, Juan parecía un tanto aturdido por los aromas dulces de los Alfas en su intento por llamar la atención del Omega. Austria se puso a lado del guardaespaldas también mareado por tantos aromas a la vez, todos tratando de marcar al mexicano.

CONQUISTANDO AL ÁGUILADonde viven las historias. Descúbrelo ahora