🌹|| "49"

261 23 9
                                    

Una vez que las dos representaciones terminaron su conversación salieron de la sala, fingiendo no ver cómo dos organizaciones se besaban con una pasión inimaginable a lado del pasillo.

Cuando ONU los vio salir empujó al rubio y se disculpo rápidamente, FBI solo los miro mal por interrumpir el momento. México miro al suelo mientras que el húngaro al techo evitando cualquier contacto visual con el agente. Una vez que los países le comunicaron a la organización como habían resuelto las cosas comenzaron a caminar por el pasillo, uno a lado del otro en un silencio algo incómodo. Esa incomodidad fue suplantada por nervios del mexicano al escuchar las voces de una que otra representación que seguramente se había quedado a esperarlo.

Miro de reojo a Hungría y no se sorprendió cuando esté seguía con su mirada imperturbable a la situación.

— Papá — le llamo Edo. De México cuando le vio.

Sonora también le sonrió a su padre cuando lo vio llegar, aunque su sonrisa se hizo menos presente al ver cómo este era acompañado por Hungría.

Inmediatamente los dos estados supieron que significaba este acompañante, Sonora no sabía que le molestaba más; si suponer que era ese "buen" compañero de trabajo de su padre o su cara que no expresaba absolutamente nada ante la situación. Joder, quería meterle un puñetazo, pero recordó que tenía que ganar otra apuesta (ahora con Jalisco) y se contuvo.

— Vamos a casa — dijo México cuando estubo frente a sus hijos.

— ¡México!

Una cuarta persona se sumó a la ecuación y como México temía, se sumarían muchas más. Ya que detrás de esta persona se escuchaban los pasos apresurados de otras más.

— Perú ¿Qué pasa? — pregunto.

— E-Es que... Quería saber si en verdad viniste a hablar con el padre de Tlecuauhtli — cuestionó avergonzado, por como le temblaba la voz seguramente alguien más le había convencido para que preguntara. Con lo penoso que era México no lo creía tan capaz como para hacerlo por voluntad propia.

Lo hize — contesto de inmediato —¿Por qué?¿Quién más quiere saber?

Su tono de voz fue serio y fuerte. Su vida privada no tenía porque ser un chisme mucho menos ahora.

— Entonces — salió el panameño — ¿Hungría es-?

— Si.

Esta  vez fue el húngaro quien contesto y claramente pudo escuchar unas cuantas quejas de fondo y ciertos insultos dirigidos a él.

— Si tanto querías saber debiste venir a preguntar tu mismo — dijo — no hay necesidad de hacer pasar un mal rato a Perú ni a México.

— ¿Quién carajo eres tú para hablarme a mi de modales cuando abandonaste a México así como así? — pregunto Panamá con notada molestia.

— Nadie. La comparación que haces es tonta, México y Perú merecen un respeto si tan amigo eres de ambos, no les hagas pasar una mala experiencia exponiéndolos a situaciones que les molestan. — contesto de vuelta con un tono de voz neutro — Hablo por experiencia, claro.

— Hijo de-

— Cinco minutos ¿Pueden dejar de pensar como idiotas? ¡Por solo cinco minutos! — interrumpió México alzando la voz.

— ¿Y te pones de su lado? — pregunto el chileno.

— Yo no me pongo de lado de nadie, simplemente quisiera que no se comportarán como niños de secundaria — respondió el omega.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 06 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

CONQUISTANDO AL ÁGUILADonde viven las historias. Descúbrelo ahora