Capítulo 50: En las manos equivocadas

492 39 67
                                    

>>les debo una disculpa por no subir capítulos seguidos, tengo mis razones, espero que les guste el capitulo y que lo disfruten<<

Narra Hannah:

No quería perder ni un minuto más y tampoco creo que soportaría un minuto más teniendo esta cosa en mi contenedor. Quería sacar este diamante que escondía dentro de mí. Me iba comiendo todas las energías que tenía mientras más pasaba el tiempo y más fuerzas gastaba manteniéndolo.

Ben y Mateo caminaban a mi lado. Nos dirigíamos a un lugar "tranquilo" o como diría Ben: alejados de los demás. Como si fuera posible alcanzar esa meta en plena guerra. Apenas tenga el diamante en mis manos se lo entregare a los ninjas. No tienen mucho tiempo para marcharse. Habrá que idear un plan para que corran a Ninjago rápidamente.

Estábamos a solo unos cortos centímetros de llegar al lugar. Lo que nos impidió llegar fue un grupo, de seguramente 5 a 7 chicos. Justo al frenar frente a ellos sacaron sus armas, pero nosotros no tenemos alguna a disposición. Solo pudimos ponernos a la defensiva.

--- No tenemos la intención de lastimarlos a ustedes dos – proclama uno de ellos señalando a mis dos compañeros –, al menos que no nos entreguen a la chica, ahí sí estarán en problemas los tres.

Ben se me adelanta – Ni de broma – sin que pudiera reaccionar, ambos se ponen frente a mí.

--- Hannah – nombra Mateo –, escóndete en algún lugar seguro – no, eso sí que no. Me niego a dejarlos peleando con quien mierda sean ellos.

--- Ni de chiste. Somos un equipo y debemos apoyarnos.

--- ¡Hannah esto no se trata de equipo o no, se trata de mantenerte a salvo! ¡AHORA VETE Y ESCONDETE! – expulsa agresivamente Ben sin mirarme.

--- Pero-

--- ¡HANNAH! – finalmente, voltea a verme.

Los ojos de Ben lucían entristecidos, también llenos de rabia. Comprendía lo que quería que haga. Es increíble que al conocer a una persona durante tantos años y tener su confianza con solo una mirada suya ya es suficiente para saber qué quiere decir.

Simplemente di la vuelta y corrí. Necesitaba esconderme. Quitar este diamante de mí y dárselo a los ninjas. Sé que _______ tiene el poder de teletransportarse fácilmente a Ninjago. Debo ir a buscarla sin que me noten. Es algo irrealista pero, ¿Qué otra opción tengo? Ninguna.

Empecé a treparme por los enormes árboles, con la intención que no me notaran. No podría luchar mucho, tengo un diamante que me cuesta cargar y no tengo ninguna arma encima para que me pueda ayudar. Aún tengo la posibilidad de pelear pero tratando de huir. Irrealista, lo sé.

Seguía trepándome o columpiándome entre esas enormes plantas. Sentía mi corazón palpitar con gran rapidez, correr con este cristal me está afectando un poco más de lo que pensaba. Parecía una tortuga intentando correr. Decido bajar cuando ya los veo en mi campo de visión.

Me hubiera gustado no haberlo hecho.

Narra Lloyd:

Esto parecía no tener algún fin. Era un problema que parecía no tener alguna solución, porque cuando querías deshacerte de uno, aparecían más de ellos. Mis brazos no me daban más. Había usado demasiado mi elemento, eso generaba, aparte de gastarme las energías, punzadas en las muñecas y antebrazos.

Como si ellos se sintieran de la misma manera que yo, empezaron a retirarse. Hasta tal punto que no quedaba ningún otro enemigo a nuestra vista. Solo estábamos nosotros y el silencio reinando otra vez en la isla.

¿Amigos o Enemigos? Lloyd x TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora