Capítulo 27.

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—Todavía se me hace difícil procesar todas las cosas que ocurrieron aquí— confesé, observando la cama del hotel perfectamente tendida, lista para ser esterilizada antes de la llegada de su próximo usuario

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—Todavía se me hace difícil procesar todas las cosas que ocurrieron aquí— confesé, observando la cama del hotel perfectamente tendida, lista para ser esterilizada antes de la llegada de su próximo usuario.

— ¿No crees que todo pasa por un bien mayor? — cuestionó Sam a mis espaldas. Su mano reposaba en la manija de mi maleta —, conociste la verdadera cara de ese hombre, ya no tienes esa larva en tu vida— añadió.

—Creo que idealicé demasiado a Itachi— dije, girándome para ver a mi compañero —, supongo que estaba tan desesperada por amor, que lo busqué en el primer hombre que se me apareció— continué, sintiendo como la garganta se me cerraba y mis ojos se cristalizaron.

—Oye, si sabes que llorar en la intimidad está bien— expresó Sam, dejando mi maleta a un lado y acercándose a mi, con los brazos abiertos ampliamente, listos para un abrazo —, es bueno que saques toda esa mala experiencia de tu sistema, no quisiera que te enfermes por culpa de ese idiota— verbalizó, aferrándome a él.

Yo no dudé en corresponder a mi abrazo. Había algo en Sam que me hacía sentir que le conocía desde hace mucho tiempo. Quizá me estaba confiando nuevamente con un hombre. . . pero era de manera natural que con él todas mis barreras estaban abajo.

—Valida tus sentimientos— prosiguió, acariciando mi cabello.

—No quiero llorar— murmuré, o más bien, sollocé —, yo soy fuerte, yo no debo llorar solo por esto. Yo no puedo mostrarme vulnerable simplemente por unas estúpidas ilusiones y. . . — no me sentí capaz de continuar, mi voz se entrecortaba y me costaba hasta respirar.

— ¿Por qué piensas que llorar te hace menos fuerte? — preguntó él, agarrando mis mejillas con suavidad y alzando mi rostro, buscando mi mirada —, yo considero que te hace una mujer aún más maravillosa. Tu también sientes, tú también tienes un corazón joven que late bajo el sueño de aventuras, de amor y de una vida bien vivida. Llorar es parte del proceso— afirmó con una pequeña sonrisa.

—Ahora tienes esa experiencia, ya sabes lo que no quieres para tu vida. Llora todo lo que tengas que llorar, ¡Yo te presto mi hombro! Solo si me prometes que volverás a ser tú, que lo acontecido sucedió no hará más que ayudar a construir más tu carácter— concluyó, besando mi frente.

Sus pulgares secaron las gotas saladas que empapaban mis mejillas. Justo en ese momento, Sam se sintió como mi mayor confidente, como un hermano de toda la vida.

—No deberías ser tan bueno conmigo Sam, me acabas de conocer— murmuré apenada. Todo esto se había tratado de mi, desde un inicio. ¿Pero y él? ¿Cómo se sentiría él al tener que consolar a una mujer que conoció solo unos días atrás?

— ¿Sabes? Yo siento que llevo toda la vida conociéndote— sus ojos brillaron mientras se expresaba —. Extraño ¿no? — comentó a lo que yo negué.

—No. Claro que no—.

 Claro que no—

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Madness [Itachi Uchiha].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora