Capítulo 21.

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Las manos me temblaban mientras veía el nombre de Naruto en mi pantalla. No puedo creer que algo tan simple pueda ponerme tan nerviosa. La maleta estaba hecha, junto a mi cama, y solo era esperar al medio día, para poder irme. 

¿Acaso estaba loca y desesperada por hacer esto? ¿Me estaba dejando llevar demasiado por mis emociones, o por lo que encendía en mí aquel hombre? Pronto lo sabría. 

Mi teléfono volvió a vibrar en mis manos, esta vez el que marcaba es Sasuke, aunque sospechaba que era nuevamente mi amigo rubio, tratando de contactar conmigo por otras vías.

Suspiré, estirándome un poco. En mi cabeza seguía dándole mente a mis acciones, ¿Vale la pena parecer tan arrastrada? ¿Estaba bien todo esto qué estaba haciendo? 

Ya no había marcha atrás, mi reservación estaba hecha, y mi maleta también. El chofer ya se estaba preparando, y yo ya no podía dar marcha atrás. 

—Espero que todo esto salga bien— murmuré. 

Horas de viaje después, me encontraba frente a las puertas del hotel

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Horas de viaje después, me encontraba frente a las puertas del hotel. Las personas desfilaban una tras otra, algunas en traje de baño, otros eran parte del personal del lugar. 

—Buenas tardes— alcé la vista, para poder ver al guapo chico que se encontraba frente a mí —, ¿Me permites ayudarte con la maleta? — asentí, sonriendo levemente. 

—Gracias— murmuré. 

— ¿Es la primera vez que vienes a este hotel? Tienes cara de estar muy perdida— el caballero extendió su brazo en dirección a la entrada, como invitándome a seguirle el paso. 

— ¿Se me nota mucho en la cara? — cuestioné, con cierto tono burlón. 

—Solo un poco— caminamos hasta la fila para poder registrar mi llegada —. ¿Vienes sola? — volví a mirarlo. Era joven y tenía el rostro lleno de vida, como si el mundo no pudiera hacer nada en contra de él. 

No pude evitar sonreír nuevamente. 

—La verdad vengo sola, pero aquí se están quedando personas que conozco, y pues. . . quería probar— avancé unos pasos más, cuando una de las personas frente a mí abandonó la fila, luego de terminar su proceso —, ahora cuéntame de ti— dije. 

—Soy pasante, estoy en mis últimos días de trabajo aquí. Gracias al cielo, la verdad— enarqué una ceja.

— ¿Te tratan tan mal aquí? — él mordió su labio inferior, como si estuviera analizando la respuesta que debería darme —, ¿sabes qué? No me digas nada. Algunas cosas es mejor no saberlas— mi compañero soltó una pequeña carcajada, y luego fue mi turno de ser atendida. 

En los cinco minutos que estuve ahí, no paré de observar el lugar. Gritaba lujos y dinero por todos los ángulos. Ahora entiendo el precio tan extravagante que tenía, si es que este hotel bien podía pasar por una mina de oro. 

—Todo listo señorita— asentí, con todas las cosas que me había dado a mano, lista para ir a mi habitación y disfrutar de las vistas que tenga. 

—Entonces, ¿ya estás lista para irnos? — asentí, sintiéndome bien recibida, en cierta forma. 

—Por cierto, dime ¿Cómo debo dirigirme a ti? — pregunté. 

—Sam, llámame Sam— sus ojos dieron con los míos y sentí mis mejillas arder levemente, ante la intensidad que proyectaban sus hermosos orbes. 

— ¿Estarás a mi servicio todo el tiempo que me quede aquí? — Sam elevó la vista al cielo unos segundos. 

—Pues no soy todo tuyo, pero creo que podría intentar servirte solo a ti— sonreí, negando ante su comentario absurdo. 

—No seas payaso— él se limitó a seguir caminando. 

Estaba cerca de mi habitación, cuando dos personas conocidas entraron a mi campo de visión. Me detuve de inmediato, sin saber muy bien en dónde esconderme. 

Sasuke y Naruto estaban tomados de la mano, caminando. El rubio tenía la vista fija en el teléfono, mientras su novio se daba un trago de lo que aparentaba ser una piña colada. 

— ¿Qué sucede? ¿Por qué te detuviste? — Sam siguió la dirección de mi mirada, frunciendo un poco el ceño —, ¿son ellos las personas que conoces? — asentí —. Pues si me lo preguntas, no pareces muy feliz de verlos— añadió. 

—Ellos no saben que estoy aquí, y no deben verme— inmediatamente agarré su brazo libre y corrí. 

— ¡Espera! Deja que sea yo el que te lleve a un lugar seguro, ¿recuerdas que soy yo el que trabajo aquí? — por una fracción de segundo mi cerebro hizo conexión y me detuve.

—Sálvame de esta— pedí. Y solo eso fue necesario para que él asintiera, agarrara mi mano, y cambiara el rumbo. 

Después de correr un poco, estuve nuevamente frente a la entrada de las habitaciones, sin rastro de Uchiha o Uzumaki. Habíamos dado toda una vuelta, y por un momento pensé que jamás llegaríamos a nuestro destino. Pero la perdida era yo, Sam verdaderamente se conocía este hotel como la palma de su mano. 

—Creo que es una misión cumplida— asentí, tratando de recobrar el aliento —, ¿estás así por una pequeña carrerita? — jadeé y él sonrió —. Ven, deja que te deje en tu habitación, verdaderamente lo necesitas— remojé mis labios, mientras asentía nuevamente.

Sam volvió a tomar mi mano y me condujo todo el camino. De vez en cuando hacía un chiste malo, para hacerme reír, o para aumentar mi imagen mental de él, la de un payaso. 

—Espero volverte a ver, la verdad— confesó Sam, al momento de dejar la maleta en la habitación, y asegurarse de que yo tomara algo de agua, para mi amada garganta seca. 

—Solo me conoces de hace quince minutos— bromeé.

—Todos los hombres saben cuando una mujer vale la pena o no. No me mal interpretes, todas son maravillosas, pero nosotros los hombres nos damos cuenta, si puede mostrarte un mundo nuevo, o si no te aportará nada. Que ustedes no lo sepan, ya es otra cosa— parpadeé, perpleja, y sin saber muy bien que decir. 

Sam me observó un poco más, antes de sonreír, hacer una reverencia, y marcharse de la habitación.

¡Por fin actualizo esta novela! ya era hora de que la inspiración me llegara, agradecida con el de arriba

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¡Por fin actualizo esta novela! ya era hora de que la inspiración me llegara, agradecida con el de arriba. 

¿Se esperaban a Sam? Yo no, ha surgido de la nada, y creo que puede llegar a ser uno de mis personajes favoritos de esta historia. 

¿Ya están preparadas para el drama? 

Madness [Itachi Uchiha].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora