Madness [Itachi Uchiha].

Capítulo 12.

─ ¿Puedo ayudarla en algo? ─ mis manos estaban colocadas sobre mis rodillas, mientras yo trataba de recuperar el aliento, tras la carrera que había tenido lugar. En medio de esta nada, lo único que se escuchaba eran mis jadeos, y la respiración que trataba de controlar. Ya no podía distinguir si estaban disparando, o si alguien se acercaba.

Estaba sola, con esta inteligencia artificial.

─Necesito pasar al otro lado─ murmuré, arreglando mi postura.

─Eso es una expresión un poco inusual y agresiva, ¿me está pidiendo que la mate? ─ fruncí el ceño, al tiempo que tragaba saliva, tratando de hidratarme, tenía la garganta tan seca, que bien me sentía como si estuviera dando vueltas en un desierto, tratando de encontrar un oasis.

─No te estoy pidiendo que me mates, joder, te estoy diciendo que necesito que abras las puertas del elevador─ moví mi mano, para señalar mi vía de escape.

─Petición denegada─ abrí los ojos de par en par y observé mi entorno, buscando alguna cámara de seguridad, que sirviera de ojos y oídos a esta inteligencia artificial.

─Abre la jodida puerta, no estoy de humor ni de juegos─ bramé, enfurecida.

Mi acompañante tardó unos segundos en responder.

─Petición denegada─ repitió.

Gruñí con fuerza.

─El señor Itachi ha. . .

─Tú señor Itachi te desconectaría, y eliminaría hasta el último de tus códigos, si no me dejas utilizar el estúpido elevador, para que me lleve a un lugar en el cual estaré segura. Así que obedece─ estaba comenzando a perder los estribos nuevamente. ¿Por qué todo se había tenido que tornar tan complicado de un momento a otro?

─Es usted una mujer muy agresiva─ pasé las manos por mi cabello repetidas veces.

Esto era una locura, arriba de mí probablemente estaban muriendo mis amigos, mi nueva familia, y yo solo estaba aquí, discutiendo con una inteligencia artificial, que me cree una malota.

─No pensé que tratar con las cosas de. . . tu tipo, sería una labor tan estresante─ dije, mientras me recostaba contra una pared, y me deslizaba hasta quedar sentada. ─Gracias a Dios que solo estás tú─.

─Oh, en eso se equivoca, señorita, somos más de tres─ casi se me escapó un grito de puro horror al escuchar eso. ¡¿Más de estas mierdas?!

─Debe ser una broma, debe ser una maldita broma─ ya estaba teniendo suficiente con una, no me imaginaba con algunas cinco de estas. Definitivamente me volvería loca.

Un escalofrío me recorrió completa, cuando se escuchó un ruido estrepitoso a la lejanía, parecía ser. . .

─Una bomba─ dijo la inteligencia artificial, como si leyera mis pensamientos. ─Los maleantes que han logrado burlar la seguridad, han soltado otra bomba─ mis manos temblaron y sentí un nudo en la garganta.