Capítulo 13.

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Los labios del Uchiha eran tan suaves como los recordaba, me atrevería a decir que incluso más. Nunca había experimentado la necesidad de sentir los labios de otra persona sobre los míos, hasta esa tarde que ví a Itachi caminar en mi dirección, después de que él experimentara una vez más el peligro, y yo el temor de perderlos a todos, pero sobre todo, de perderlo a él.

─No vuelvas a preocuparme así─ murmuré sobre sus labios, aún queriendo besarle hasta que ya ninguno de los dos fuera capaz de continuar.

Itachi no dijo nada, me observó con la sorpresa todavía marcada en su rostro, como si estuviera frente a un fantasma. No sabía si tomarme su reacción como una positiva o negativa, si habíamos estado tonteando entre nosotros, pero esto. . .

Retrocedí un paso, luego otro. Era mi culpa, él ni siquiera había correspondido, quizá por la sorpresa, o debido a que no le gustó mi gesto. Pero ya estaba ahí, ya estaba hecho, lo había besado, y ahora me sentía temerosa de su cercanía.

Me di la vuelta mientras murmuraba una maldición, rogaba al cielo, a Dios, a todo, que esto no afectara lo que sea que estuviera pasando entre nosotros. Estaba ya frente al elevador, cuando lo escuché decir:

─No, ven aquí─ y su mano reclamando la mía, tirando de ella, y nuevamente sus labios unidos a los míos, encajando a la perfección.

Mi espalda chocó contra la puerta metálica del ascensor, y busqué la manera de quitarme del medio, por si alguien se le ocurría subir, no pasar un mal rato.

Sin dejar de besarnos, y de verdad no sé como, terminé acorralada contra una pared, con el cuerpo del hermano Uchiha mayor pegado al mío. Sentía su calor y su deseo creciente por mí. Yo misma ardía en mi propio cuerpo, hasta el punto en que pensé que me ahogaría en llamas de deseo por este hombre.

Mis manos recorrieron su cuerpo con cuidado de no lastimarlo, él en respuesta se apegó más a mí, si es que eso era posible.

Su lengua jugaba con la mía cuando solté su cabello y lo acaricié. Suave y sedoso contra la piel de mis dedos, no pude evitar soltar un pequeño suspiro, en el cual Itachi aprovechó para enredar sus dedos en mi cabello, por igual, y volver a jugar con mi lengua un poco más.

El aire comenzaba a faltar, y yo no quería separarme de esa droga que representaba el beso, pero el ruido de las puertas del ascensor abriéndose me llevó a empujar al pelinegro lejos de mi cuerpo y mis labios. Trague con fuerza, observando como el primo de los hermanos Uchiha nos miraba a ambos, con cierto descontento.

Mis mejillas ardieron y aparté la mirada de Shisui.

─Me preocupé debido a que ninguno de los dos bajaba, ya veo que no era necesaria mi presencia, puesto que, al parecer, interrumpo un momento fogoso─ tragué duro.

─Si ya te diste cuenta, ¿entonces por qué sigues aquí, primo? ─ Itachi volvía a recoger su cabello. Los labios enrojecidos, curvados en una sonrisa burlona, en dirección a su familiar.

─No seas payaso, querido primo, que ahora tu pequeña víctima parece un animalito asustado─ suspiré negando, antes de caminar hasta mi boleto de salida de este momento incómodo.

Pero al parecer Shisui tenía otros planes para mí, puesto que me tomó con cierta firmeza del antebrazo, buscando hacerse escuchar, o conseguir al menos mi atención.

─No espero que lo elijas a él─ y dicho esto, me soltó.

─No sabía que esto era cuestión de lo que quisieras o sintieras tú, lo que pase entre Itachi y yo, es problema de nosotros─ las palabras salieron de mi boca casi sin pensarlo. Los ojos del chico se abrieron de par en par en mi dirección, a mis espaldas, sentía la mirada del antes mencionado, desnudando mis sentires.

Me metí en el elevador, y no le miré a ninguno de los dos, mientras las puertas se cerraban en mis narices. Me pregunté si no había sido demasiado grosera con Shisui, o a lo mejor fue una reacción nerviosa, por parte de sus palabras, y de mis emociones a flor de piel, producto de este. . . increíble beso que compartí con Itachi.

Todavía sentía sus manos acariciar mi cabello, el calor de su cuerpo contra el mío, y sus labios. . .

Naruto estaba sentado junto a su amado Sasuke, le estaba terminando de aplicar algo sobre alguna herida, supongo, cuando volteó para verme.

─No tienes buena cara─ comentó el azabache, mientras me analizaba.

─Han pasado cosas ahí arriba─ me limité a responder, antes de desplomarme a su lado.

─Bueno, habla y no omitas ningún detalle. Me daré cuenta si lo haces─ reí levemente. Sasuke deslizó su brazo por mis hombros, y luego tuve a Naruto sentado a mi lado, más bien, recostado en mi regazo.

─Primero debo preguntar pos ustedes, ¿qué pasó? ─ los ojos de Naruto se apagaron levemente.

─Ha sido un ataque, han logrado acceder al interior gracias a un traidor, que Itachi personalmente se encargará de hacer hablar─ asentí, tratando de no hacer mucho caso a sus últimas palabras. Lo último que necesitaba ahora mismo era imaginar a Itachi torturando a alguien. ─No sabemos lo que buscaban, no parecían interesados en algo particularmente. Simplemente fue una prueba de poder, de alguno de nuestros enemigos. Me alegra saber que estas bien─ recosté mi cabeza en el hombro del menor de los hermanos Uchiha.

─Me he sentido impotente y estúpida aquí abajo junto a esa. . . cosa─ mi rubio amigo sonrió.

─Hablas de la inteligencia artificial de Itachi─ asentí.

─Es un dolor de cabeza, no entiendo para qué invirtió en ella, para ser honesta─ solté, pellizcando la mejilla del Uzumaki.

─Todos nosotros tenemos una, es como nuestra secretaria, o secretario─ miré a Sasuke.

─Son solo códigos, ¿por qué les das un sexo? ─ cuestioné, intrigada.

─Bueno, tu decides lo que son, ellos solo obedecen─ aclaró.

─Bien, ya que nos aseguramos de hablar sobre lo que te preocupaba, es hora de que nos cuentes el chisme─ la luz volvió a los ojos azules y hermosos de Naruto, sonreí casi al instante al notarlo.

─Vale, desesperado. Cuando subí, Itachi estaba próximo al elevador. Yo. . . Bueno, hablamos un poco acerca de él y lo muy preocupada que estaba por todos─ el calor iba subiendo a mis mejillas, mi mejor amigo me observaba atento.

─ ¿Y bien? ¿qué pasó? ─ demandó saber. Naruto estaba muy interesado en mi respuesta aparentemente.

─Bueno, si te da consuelo saberlo, estaban muy acalorados cuando subí a ver─ y ahí estaba Shisui, saliendo en el momento menos oportuno.

¿Era esta una clase de maldición a la que me tendría que enfrentar, con este chico?

¿Era esta una clase de maldición a la que me tendría que enfrentar, con este chico?

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Madness [Itachi Uchiha].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora