Capítulo 14.

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Esa tarde no pude hablar mucho con Naruto y Sasuke, ya que decidimos ayudar con los daños causados por el ataque

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Esa tarde no pude hablar mucho con Naruto y Sasuke, ya que decidimos ayudar con los daños causados por el ataque. Me sentí terrible, observando a los heridos recostados contra paredes, personas que eran inocentes, con balas metidas en la carne, quejidos que escuché hasta en mis sueños, no era algo bonito de presenciar, pero no podía quedarme de brazos cruzados, no una segunda vez, cuando claramente podría ser de utilidad.

Traté heridas menores, pequeños cortes, malestares, moretones. Los más experimentados en el tema de la medicina, se llevaron a un hospital del clan a los heridos de gravedad.

Estaba sentada en suelo, con la espalda contra la pared, cuando pasaron frente a mí, llevando un herido, o mejor dicho, un hombre que se encontraba al borde de la muerte. Pude alcanzar a ver el orificio de la bala en su pecho, la sangre empapando la camilla improvisada, los ojos en blanco de aquel hombre.

Las entrañas se me revolvieron, y en cuanto desaparecieron, me acerqué al cubo de basura más cercano, totalmente mareada. No fui capaz de vomitar, al ver la cantidad de toallas ensangrentadas y envoltorios de gasas, y sin embargo eso no impidió que mis deseos de vomitar todo lo que estuviera en mi estómago, cesaran.

Mi vista se nubló y me temblaron las manos. Sasuke casualmente pasaba por ahí, él también llevaba mala cara, pero estoy segura de que le aterró ver la mía. Intenté pronunciar palabra, pero una arcada me ganó. El Uchiha comprendió lo que pasaba y rápidamente me guió hasta un baño, y sostuvo mi cabello mientras yo expulsaba mi comida una y otra vez, hasta los ojos se me cristalizaron y la garganta me dolió.

Sasuke estuvo a mi lado en todo momento, acarició mi espalda, me pasó las manos húmedas por la cara y me abrazó, mientras seguía en una especie de trance, por todo lo que acababa de ver.

─La primera vez siempre es así─ murmuró, acariciando mi cabello. ─Nunca te acostumbras, pero aprendes a llevarlo mejor─ su respiración pausada me calmaba, hacía que olvidara levemente todo lo malo ─, gracias por lo que hiciste hoy, ayudar a nuestra gente, te prometo que ninguno de nosotros lo olvidará─ negué levemente, mientras me apartaba de él.

─Tanto ellos como tú, son mi familia ahora, y haré lo que sea para ayudarles─ sonreí, y el hermoso azabache también.

Cuando ambos salimos, tomamos caminos separados, no sin que antes Sasuke apretara mi mano, otorgándome apoyo y fuerzas para seguir colaborando. Pasé el resto del día con algunos enfermeros, aprendiendo, practicando, tratando de hacer todo lo que estuviera en mi poder.

Caída la noche, mientras salía de una de las habitaciones dispuestas para los heridos y me retiraba los guantes ensangrentados, vi a Itachi recostado en una pared, de brazos cruzados, y con los ojos cerrados. Inmediatamente recordé nuestro momento fogoso, y sentí el calor subir a mis mejillas.

─ ¿Terminaste? ─ cuestionó, causando que saltara levemente por la sorpresa. ─ ¿Ya puedo robarte? ─ dude un segundo, mirando a mis espaldas.

Madness [Itachi Uchiha].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora