XVII

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Pedri

I'll tell you my sins so you can sharpen your knife. ʼʼ

Corría, sudaba, jadeaba, pasaba el balón y tiraba a portería; así se resumía el primer entrenamiento en Rusia. Estaba feliz, mucho, el ambiente en los entrenamientos siempre era de lo más ameno y cómodo, había un buen ambiente familiar entre nosotros y siempre teníamos tiempo para hacernos bromas, pero lo que más feliz me hacía era Unai, lo tenía para mí solo en la intimidad, sabía que él correspondía mis sentimientos y eso solo llenaba mi corazón de alegría. Quizás no podía besarle delante de todos y teníamos que ser más discretos cuando alguien rondaba cerca nuestra, pero eso hacía que me aumentaran las ganas de comerlo a besos en la habitación, donde solo éramos nosotros dos.

Bromeaba con Unai, le daba cortos abrazos la mar de discretos y me tiraba encima de él siempre que podía, siempre dando a entender que eran bromas entre amigos. Dani de vez en cuando se unía a nosotros, seguramente para protegernos y hacer aún más creíble que lo único que hacíamos era pasarlo bien en un bonito día de entrenamiento, y parecía que a nadie le parecía extraño eso, de hecho, algún compañero había tenido el valor de expresarle su cariño a otro.
Todo parecía perfecto, estábamos mejor preparados que nunca para el próximo partido y nuestros ánimos estaban por las nubes, pero Koke lograría destruir ese ambiente casi idílico.

- No te tires encima mía, maricón. -Koke soltó una carcajada y apartó a Eric de un empujón, que reía con él y parecía querer molestarlo. Yo los escuchaba a escasos metros, mientras daba unos toques con el balón aprovechando que teníamos unos minutos de descanso.-

- Anda, ven y dame un besito. -Eric lo agarró por la camiseta para acercarlo a él y abultó los labios, aguantando la risa. Mis dientes rechinaban, mi mandíbula se tensaba al tener que presenciar esa conversación, y lo que más me molestó fue escuchar las risas de algunos de mis compañeros. Dani se encontraba en ese grupo, pero afortunadamente no se reía, se mantenía serio, y así hacían Oyarzábal y Pau, que hablaban entre ellos dos seguramente para no hacerles caso a Eric y Koke.-

- Dios, qué puto asco. -Koke volvió a empujar a Eric, esta vez parecía no hacerle mucha gracia la situación.- vas a hacer que odie aún más a los gays, si es que es posible. -sacudió su camiseta y resopló.-

Me sentía atacado, lleno de ira, y toda esa ira la descargué en golpear el balón, que fue a parar a la cara de Koke en cuanto me pude dar cuenta.
Inmediatamente todo el mundo se acercó hasta él, que se encontraba tirado en el suelo mientras tapaba su nariz con sus manos y soltaba pequeños gemidos de dolor.
Unai me miraba a lo lejos desde la portería, donde también estaban Robert y David.

- Dios, ¿estás bien? -le preguntó Ferrán a Koke, que tardó un poco en responder.-

- Perfectamente, quien no estará bien será ese hijo de puta. -en cuanto lo escuché decir eso retrocedí unos pasos y en cuestión de segundos ya lo tenía enfrente mía, encarándome, Unai corrió hacia nosotros y se puso entre los dos, sirviéndome de escudo, y así hizo Dani. Oyarzábal, Adama y Pau no tardaron en unirse, entre otros compañeros, pero Koke no se rendiría hasta partirme la cara.- ¡apartad, joder! -intentaba empujar a los compañeros que obstruían su paso, y poco a poco se fue deshaciendo de ellos, entre manotazos, patadas y arañazos, puesto que ellos no opusieron resistencia por miedo a las consecuencias que tendría.-

- Tío, déjalo, seguro que fue sin querer. -Eric lo agarró por la camiseta, llena de sangre que brotaba de su nariz, que no parecía tener muy buena pinta.-

 𝐁•𝐎•𝐘•𝐒 : pedri gonzález. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora