Pedri
Asentí y seguí cabizbajo a la persona que me había llamado, hasta llegar a su habitación, que, por suerte, se encontraba solitaria.
Mientras jugaba nerviosamente con mis manos, el chico me dirigió hasta la que suponía que era su cama y me senté en ella, sin atreverme a hacer contacto visual con él.- Bueno... creo que ya sabes por qué quiero hablar contigo. -comenzó diciendo y yo asentí lentamente, sin ninguna expresión visible en mi rostro, aunque por dentro moría de nervios.- no sé si me siento mal conmigo mismo por haberte arrebatado tu primera vez, o si me siento afortunado. -una ligera sonrisa, que estaba claro que lo único que podía reflejar era compasión, se dibujó en su ojeroso rostro.-
- Unai, no te sientas culpable, si lo hice contigo fue porque quise. -calmé al chico que hacía apenas unos segundos se había sentado a mi lado.- llevo enamorado de ti mucho tiempo, si no era contigo, no era con nadie. -agaché mi cabeza fijando mi mirada en la moqueta de la habitación y suspiré, cerrando mis ojos posteriormente.-
- Joder... -el vasco susurró y pude escuchar una ligera risita.- no me esperaba eso, no sabía que era tan... importante para ti. -se acercó más a mí, llegando a posar su mano sobre mi muslo, a lo que yo abrí mis ojos para rápidamente mirarlo.-
- ¿Nunca te lo demostré? -pregunté serio, aunque no estaba molesto.-
- Sí, creo... solo que me cuesta creerlo.
- ¿Por qué? -volví a preguntar y el chico inspiró hondo antes de hablar.-
- Eres una persona maravillosa, Pedri, cualquier persona que entre en tu corazón debe sentirse orgulloso de haberlo logrado. -fruncí un poco mis cejas al escuchar sus palabras, y mis labios formaron una curvatura hacia abajo, no sabía qué decirle, que Unai me dijera algo así era impensable, pero un sueño hecho realidad.-
- ¿Tan increíble soy? -pregunté sin creérmelo y él asintió lentamente, relamiendo sus labios. En ese momento se separó de mí, ya no había contacto físico ni visual.-
- Sí... pero, ¿no te das cuenta de que lo nuestro es imposible? -esa pregunta solo pudo acelerar nerviosamente mi respiración, mis ánimos se esfumaron en apenas unas milésimas de segundos.-
- ¿Por qué tendría que serlo? -cuestioné.-
- Pedri, en unos días esto se acabará, cada uno volverá para su casa y nos olvidaremos de todo lo que sucedió en este viaje.
- Solo son dos semanas en las que vamos a estar separados, luego nos tenemos que ir a Japón. -añadí a la conversación y el chico negó rápidamente con su cabeza, mientras movía nerviosamente sus piernas.-
- Eso solo lo va a empeorar más, nos vamos a enganchar más el uno del otro y luego, cuando empiece la liga, no nos vamos a poder ver en varios meses. -su mirada hizo contacto con la mía, se podía ver el dolor en su rostro y, seguramente, también en el mío. No me apetecía pensar en eso en ese momento, solo quería disfrutar de su compañía.-
- ¿Por qué no dejamos de hablar de eso y dejamos que las cosas fluyan? -supliqué agarrando sus manos, el mayor bajó su mirada hacia el agarre y se quedó callado unos segundos.-
- Es que no sé qué voy a hacer sin ti... -murmuró en un hilito de voz y sus cristalizados ojos se clavaron en los míos. Quería que se callara, que por una vez mi día no terminara conmigo llorando, así que lo besé tan rápido que no pudo decir nada más.-
Rápidamente correspondió mi beso, aunque sentía su respiración agitada y no era exactamente por mi acción, sentí una lágrima mezclándose con la saliva de ambos, abrí mis ojos y la imagen que penetró en mi retina hizo que algo en mi interior se detuviera.
No quería verlo llorar, a él no, otra vez no, sentía que yo terminaría de la misma forma, y ya estaba cansado de hacerlo. ¿Por qué era todo tan difícil?
Volví a cerrar mis ojos y seguí besándole, secando sus lágrimas con mis pulgares e intentando con todas mis fuerzas brindarle tanto amor que se olvidara de todos los pensamientos negativos que rondaban por su cabeza. Por una vez, tenía que ser yo el fuerte aunque me costara la vida serlo.
Pero, inevitablemente y con mis labios temblorosos pegados a los ajenos, dejé escapar la primera lágrima. No le di importancia y me la sequé, sujeté al chico por la nuca y lo apegué más a mí, devorando sus labios cual animal famélico. Y por fin su llanto cesó, se centró en el beso y su mano fue a parar a mi cintura, pero el beso no duró mucho más, ambos estábamos exhaustos, pedíamos aire a gritos.
Juntamos nuestras frentes cansados, jadeando y con el rostro empapado en lágrimas y nos miramos, haciendo que nuestras narices rozaran.
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𝐁•𝐎•𝐘•𝐒 : pedri gonzález.
Fanfiction𓏲ꪆ ˖· Fanfic LGBT+ del futbolista canario Pedri González. ║▌│█║▌│ █║▌│█│║▌║ ⌗ puede contener lenguaje explícito y escenas +18, lea bajo su propia responsabilidad. ⌗ posible mención de drogas y alcohol. ⌗ ambientado en la Eurocopa...