Una vez que Reg se fue, Harry y Louis comieron sandwiches sobre la rama del árbol. Discutieron sobre el tema y decidieron seguir el plan de Louis; quedarse por los alrededores hasta tener poca comida y luego buscar un hogar en algún otro pueblo.
Aún así, aunque no lo demostraran, ambos realmente estaban asustados. En especial Louis, porque sabía de antemano que había mucha más posibilidad de que lo dejasen vivo.—Es tan injusto...
—¿El qué cosa? —preguntó Harry, que anteriormente estaba demasiado distraído como para notar que Louis contenía sus ganas de llorar.
—Esto. No le importaría matarte, porque no eres de la realeza. Para tí no hay psiquiatras, para tí está la condena de muerte.
—Bueno... tu padre está al mando.
—Sí, es una mierda —se cruzó de brazos—. ¿No sería mejor que te fueras tú y que yo intentara calmar las cosas?
—No me iré sin tí, ¿okay?
Louis suspiró. Él tampoco quería separarse de su lado, ahora debían estar más unidos que nunca y confrontar todo esto. Alejarse de Harry hubiera sido la peor decisión que hubiera tomado.
♧
Pasaron los días. Reg los había visitado unas cuantas veces para llevarle alimentos o simplemente hacerles compañía. El niño les informaba respecto a los guardias, quiénes vagaban por el pueblo pero no se esmeraban en buscarlo realmente.
Aún así, el rey seguía enfadado. Nunca lo habían visto tan enfadado como ahora, dió por muerto a su hijo y a Harry públicamente, incluso aunque hubiera varios cabos sueltos en la mentira que había soltado. Les mintió descaradamente a todos, pero hasta la persona más estúpida sabía que estaba mintiendo.
Louis no podía creerlo. No podía creer como su padre pudiera decir algo como eso, o como su madre no hizo nada al respecto. Es notable que ella no tiene autoridad, su padre se la quitó, pero ella... tenía algo de esperanzas en ella.
Según Reg, su madre en cuanto el rey dió ese falso comunicado, no hizo ninguna expresión. Pero tenía el ojo morado, muy mal maquillado y una mirada perdida.
Louis se sintió mal durante el resto del día. Era el único que se atrevía a defenderla, y estando allí con tantos hombres estúpido era muy indefensa.Sin embargo, por la noche dejó la preocupación a un lado y lo inundó la tranquilidad. Estaba en paz, se sentía a salvo.
Estaba con su cabeza recostada sobre el hombro de Harry, sobre un tronco ancho del árbol, observando las miles de estrellas que salpicaban el cielo. Tenían sus manos entrelazadas. El frío los invadía pero era lo que menos importaba ahora mismo.
—Me encantaría que nuestros días fueran así para siempre —dijo Louis en un susurro.
—¿No sería aburrido pasar todos los días de nuestra vida así? —se corrió un poco para mirarlo a los ojos, aunque era casi imposible porque la luna no iluminaba demasiado esa zona.
Louis se acercó hasta rozar sus labios, poniendo nervioso al contrario y provocando que se sonrojara, aunque no pudo notarlo.
—No, porque estaríamos juntos. Y estar contigo es de todo menos aburrido.
—Ugh, ¿por qué tienes que ser tan cursi? —bromeó.
—Cállate —Louis lo tomó de la nuca y lo besó con rudeza. Estos últimos días habían sido de locos, tanto que no pudieron tener un momento lindo así como el que estaban teniendo ahora. Harry introdujo su lengua y se sentó encima de Louis, volviendo el beso mucho más intenso. El ojiazul colocó sus manos en la cintura del contrario, y éste comenzó a mover sus caderas lentamente—. Carajo... —Louis suspiró y cerró los ojos, disfrutando de todas las sensaciones que lo invadían. En eso, Harry volvió a besarlo.
Harry le dió besos en el cuello, y Louis recorrió toda su espalda con sus manos.
Y luego, una rama crujió.
—¿Oíste eso? —Harry se separó abruptamente de Louis y observó la oscuridad alrededor.
—Debe ser algún animal —respondió él, despreocupado.
Otra rama.
Y luego, unos rayos de luces se asomaron entre las ramas, iluminándoles parte del cuerpo. Los habían encontrado, sin embargo, parecía que ni se habían enterado de ello.
—¡Encontré bolsas con comida y ropa! —gritó uno.
—Mierda...
—Shh —Harry colocó una mano en la boca de Louis y se asomó para observar con cuidado.
—Deben estar cerca, busquemos alrededor —los guardias se dividieron y buscaron en lugares más lejanos al árbol.
—Pff, patéticos. Bajemos, tomemos las cosas y vámonos —Louis bajó, pero Harry no podía moverse—. Vamos, cariño, baja —Louis lo alentaba desde abajo, mientras cargaba todas las bolsas posibles—. Anda Harry, tú puedes.
Harry iba demasiado lento, shockeado. Su cuerpo le obligaba a moverse porque él no podía pensar en otra cosa más que en su destino si los encontraran.
—¡Harry! —susurró— ¡Maldita sea, muévete!
—¡OIGAN! —un guardia gritó, corriendo en su dirección. Harry salió de su ensoñación y de la desesperación saltó, doblándose el tobillo.
—¡Vamos! ¡No importan esas bolsas Harry, corre! —Louis lo tomó del brazo y ambos comenzaron a correr. El rizado sentía un fuerte dolor en el tobillo, a veces tropezaba pero nunca caía.
Las luces les iluminaban, los guardias les gritaban que pararan. Pero Louis prometió hacer lo que sea para proteger a Harry. Louis perdió otra bolsa pero eso ya no importaba demasiado. Los guardias al rato perdieron el rastro cuando Harry y Louis se adentraron al bosque.
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La sensación de correr bajo la lluvia - [Larry]
FanfictionEl príncipe Louis y Harry fueron amigos desde toda su vida, y algo más en la adolescencia. Pero vivían en un pueblo donde la homosexualidad era condenada con la muerte. ¿Qué pasaría si descubrieran su amor y tuvieran que correr lejos para poder ser...