No.
—No...
—Vete Louis, tengo cosas más importantes que hacer.
—No... No, por favor.
—¡Lárgate, Louis! Ya he tomado mi decisión.
Louis salió de la sala, se apoyó contra la puerta y fue bajando hasta quedar sentado, con la cabeza en el hueco entre su pecho y piernas, sollozando.
No podían matar a Harry. Y no es que su padre lo había dicho porque sí, si él decía algo, lo hacía. Y no podía perder a la única persona que lo hizo sentirse especial, no podían ejecutar a una persona que tenía tanto futuro por delante.Era Harry. Todos adoraban a Harry, no podía irse de un momento a otro. No podía ser en un par de horas cuando toda su vida se acabe.
Se acercó a la puerta del sótano de cárceles, y bajó con la vista nublosa de tantas lágrimas que soltaba. Cuando vió a Adam impidiéndole el paso, se colocó de rodillas.
—P-por favor... Por favor, por favor...
—Sí, Louis. Tranquilízate, ¿qué sucede? —lo ayudó a levantarse. Adam tenía el ceño fruncido y por un momento tuvo miedo, ¿por qué estaba así? ¿ejecutarían a Harry hoy? Le ayudó a sentarse en el banquito, pero cayó de nuevo el suelo, frente a la celda de su amado. Su Harry. El chico con la sonrisa más encantadora, los ojos más bellos, la amabilidad más sincera en un pueblo tan hipócrita.
—Harry... Harry...
—¿Louis? ¿Te encuentras bien? —se acercó a paso lento y se puso de cuclillas para poder ver su rostro. Él realmente estaba destrozado. Y cuando por fin procesó todo, soltó el llanto más desgarrador jamás oído—. Shhh, está bien. Está bien, corazón. Todo está bien.
—Van a...
—Shh...
—V-van a hacerlo al... al atardecer...
—¿Lo harán hoy? —Louis asintió y Harry tomó su rostro entre sus manos—. Deja de llorar, por favor ya no llores. No quiero que estés triste cuando yo me vaya, por favor.
—No puedo, lo siento...
—Puedes. Puedes, yo sé que sí.
—Te amo, Harry... Lo siento, es mi culpa pero te amo. Te he amado desde el primer momento que te ví —sorbió sus mocos y limpió sus lágrimas, alejándose un poco para poder ver su rostro—. Eres tan hermoso... Eres hermoso, Hazz...
—Louis, lo siento mucho pero mi compañero está por llegar —Adam apoyó una mano sobre su hombro—. Y estaremos todos en problemas si te ven a tí aquí.
—Me iré... Me iré... ¿Me dejarán hablar con él una última vez?
—Por supuesto que sí.
—Bien... —pero no soltó las manos de Louis, no podía. Era como si sus palmas estuvieran pegadas.
—Suéltame, amor.
—Sí... Sí...
Louis lo soltó. Y con un sentimiendo de tristeza y soledad invadiéndole el pecho, se marchó.
♧
Caminó entre el castillo, con la vista perdida. Esquivando a las personas que preparaban todo para su boda, para obligarlo a unirse de por vida a alguien que ni era capaz de soportar. Pensando en que le quitarían al amor de su vida.
Harry, el amor de su vida.
Nunca lo había pensado de esa forma. Nunca se le hubiera ocurrido que su primer romance en la adolescencia se convertiría en su único amor. Porque lo sabía. No está pensando en estupideces, él lo sabía. Harry era el indicado, siempre lo fue, siempre lo será.
Fue demasiado estúpido. No pensó con claridas y... Vaya, mira hasta dónde habían llegado por un simple beso.
Un dedo tocó se hombro y lentamente se dió vuelta.
—¿Louis? —Marianne se encontraba vestida con un saco de seda rosa, y una trenza que caía a un costado con flores rosas incrustadas en su cabello. Muy bonita como para que fueran las siete de la mañana, pero Louis ni siquiera pudo pensar en ello—. Lou... Te ves fatal.
—Lo harán hoy...
—¿A la boda? No, es en tres días. Igual te entiendo, seguramente esto te parezca una completa mierda, pero...
—Matarán a Harry hoy.
—Oh... Oh no —Louis apoyó su cabeza contra el hombro descubierto de Marianne y lloró en silencio. Ella lo abrazó delicadamente—. Lo siento tanto, Lou. Sé que eran muy amigos y...
—¡No! —se levantó bruscamente—. Él no es mi amigo, es el amor de mi vida, Marianne. Lamento decirlo así, tres días antes de contraer matrimonio, pero lo amo tanto...
—¿Has hablado con tu padre?
Louis entre lágrimas le relató todo lo que había sucedido. Desde su interés en molestarlo a como había gritado desesperado y había roto la pintura.
Marianne no era de confianza, pero era lo más cercano a eso. La única que no diría nada. E incluso si lo estuviera juzgando en ese momento, no le importaba. Necesitaba soltarlo todo.—Mi padre es malo, lo sé. Pero no creí que llegaría a tal punto. Sé que la ley es la ley, pero se lo he rogado y yo nunca le rogué a alguien como él. Sabe que estoy desesperado. Quiere arruinarme.
—Escúchame...
—¡Faltan diez malditas horas para esto! Me quedan diez horas con él y ni siquiera me permiten verlo, solo me darán un tiempo para una última conversación de menos de un minuto y yo...
—Lou...
—... todo esto es mi culpa. Si no lo hubiera besado, si no me hubiera dejado llevar por el momento estaríamos bien...
—Oye...
—¡Ni siquiera pude protegerlo en el bosque! Nos encontraron rápido porque estuve un día sin poder moverme, porque no quería. Estaba siendo un idiota. Si tan solo nos hubiéramos movido ese día, quizá estaríamos en un pueblo lejano ahora mismo y...
Marianne ya no estaba.
♧
—¿Estás asustado? —preguntó Adam, observando al otro guardia dormir profundamente.
—No.
—¿No lo estás? Vaya...
—No. En algún momento sabía que sucedería. No tengo miedo de morir, es solo que... no quiero dejar a Louis solo.
—Louis estará bien.
—No lo estará —susurró Harry—. Muchas veces me repitió que yo era la única persona con la cuál se sentía seguro, se sentía él mismo. Pero... —frunció levemente el ceño— yo no le creía porque sí, estábamos juntos, pero él vivía rodeado de personas.
—Las personas aquí son una mierda.
—Sí, pero soy demasiado inseguro —suspiró—. Y es verdad, ¿no? Soy su única persona...
—Lo eres.
—Carajo...
—Extrañaré hablar contigo.
Entre la luz de las velas se vió una silueta humana, y entre el silencio que se había generado, los pasos de una persona.
Ya estaban ahí.
♧

ESTÁS LEYENDO
La sensación de correr bajo la lluvia - [Larry]
FanficEl príncipe Louis y Harry fueron amigos desde toda su vida, y algo más en la adolescencia. Pero vivían en un pueblo donde la homosexualidad era condenada con la muerte. ¿Qué pasaría si descubrieran su amor y tuvieran que correr lejos para poder ser...