19 ⤖ ❝El primer beso❞

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Cuando Harry cumplió catorce, lo festejó con todos sus amigos, excepto Louis.
Louis había tenido cosas que hacer, pero pasaría por la noche para dejarle su regalo. Aún así Harry lo pasó de maravilla. Leyó un libro junto a su madre, salió a molestar a los adultos junto a sus demás amigos y terminaron en una guerra de agua en el arroyo.

Harry no pudo dejar de pensar que a Louis le hubiera encantado jugar con ellos allí. Volvió empapado a su casa, pero Anne no podía regañarlo porque era su cumpleaños. Cenaron tranquilamente, hablando sobre el libro.
Anne notaba que Harry se encontraba nervioso. Deberías ser demasiado estúpido como para no notarlo. Ella sabía que algo sucedía con Louis, y no le gustaba en absoluto, pero no pensaba entrometerse en las cosas de su hijo. Aparte, no hacía ningún mal, y si él estaba feliz, ella también lo estaba.

Harry estaba ansioso. Moría por ver a Louis. Hacía casi un mes no lo veía, pues la familia real había salido de viaje para un trato entre reinos, o algo así había oído. Y realmente lo extrañaba. Lo extrañó tanto estas semanas que se acostaba en su cama con ganas de llorar.

Esperó fuera de su casa, envuelto en su abrigo pues aunque fuera verano, el frío de la noche siempre estaba presente.
Se alegró demasiado cuando vió a Louis correr hacia él, con una sonrisa radiante y los brazos abiertos. Se levantó en el último momento antes de que Louis lo derribara y lo apretujara entre sus brazos, ambos tirados en el suelo.

—¡Louis!

—¡TE EXTRAÑÉ! —gritó, entusiasmado.

—Yo igual pero... no me dejas respirar —cuando Louis se separó, Harry tomó una gran bocanada de aire y le sonrió—. Oh Louis, he llorado cada noche por tu ausencia.

—Qué gracioso estás —comentó con sarcasmo y lo ayudó a levantarse del suelo—. Tengo tu regalo, es la estupidez más grande, pero aún así... ¿te lo puedo dar en otro lugar?

—¿Qué lugar?

Louis lo tomó de la mano y lo guió hasta el árbol de siempre, contándole con lujo de detalles lo aburrido que había sido Italia porque su padre no quiso recorrer el lugar. La familia Tomlinson estuvo de junta en junta, firmando cosas que a Louis no le importaban en lo más mínimo, y aprendiendo cosas que olvidó de regreso a casa.

Tenían sus manos agarradas y Harry no podía estar más nervioso respecto a eso. Louis le gustaba, y no tenía idea de si le correspondía o no, pero a veces pensaba en lo imposible que era estar tan enamorado de una persona. Se sintió mal varios años por ello, pero una vez que lo aceptó todo... todo se volvió más lindo y duradero.

Una vez que llegaron al árbol, Louis se paró frente a él.

—Muy bien, querido amigo —dijo, fingiendo un tono de voz cargado de superioridad—. Harry... Te traje hasta aquí porque la gente ya anda creando rumores tontos y... porque quería que esto fuera especial.

Louis estaba igual de nervioso. Harry le gustaba muchísimo, pero todo esto era una equivocación, o como sus padres decían, enfermedad. No podía seguir sintiendo estas cosas, pero a la vez se sentía tan lindo. Harry era muy lindo.
Si dijera que no quería besarlo sería una mentira, porque era lo único que deseaba hacer ahora. Quería probar sus labios, sin importar lo que pueda decir o hacer la sociedad.

—¿No vinimos hasta aquí para que pudieras matarme, verdad?

Louis fingió cara de sorpresa.

—Me descubriste —Harry soltó una leve risa—. No, vinimos aquí porque quería decirte que... no sé, Harry. No soy bueno para las palabras.

—Inténtalo, es mi cumpleaños.

—Es que no hay palabras para describirlo. Eres mi lugar seguro —mordió su labio en un gesto de ansiedad y dió un largo suspiro—. Eres todo para mí y —sacó de su bolsillo una cajita que contenía un collar de perlas—, sé que esto es un regalo asqueroso pero...

—Me encanta.

—¿En serio? Creí que no te gustaría porque es...

—Lo amo. Es el mejor regalo del mundo —sacó el collar y lo pasó por su cabeza para dejárselo en su cuello—. Es precioso, jamás me lo quitaré.

—Okay —Louis sonrió y ambos se abrazaron. Se abrazaron más tiempo de lo normal, no querían soltarse—. Te quiero.

—Y yo a tí —al separarse lo hicieron lento. Harry observó los labios de Louis. Tenían sus brazos agarrados, estaban demasiado cerca.

—Creo que... debería irme.

—Claro, sí :Harry parpadeó y se alejó rápidamente de él, observando su espalda mientras se alejaba.

Louis no podía sentirse más estúpido. Y tuvo el impulso de volver sobre sus pasos y besarlo, y no pudo controlarlo.
Se dió media vuelta, corriendo el tramo que se había alejado de él. Cuando estuvo cerca frenó el paso, y lo miró. Sí, besarlo era lo único que deseaba ahora mismo.

—¿Lou? —Louis estampó sus labios contra los de él pero no los movió, solo se mantuvo quieto así por unos segundos. Al separarse, volvió a correr en dirección a su castillo.

—¡Lo siento, nos vemos mañana!

[. . .]

¿Están preparados para el próximo capítulo?

La sensación de correr bajo la lluvia - [Larry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora