10 ⤖ ❝Escaparse❞

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Una semana después, volvió a hacer una entrega de abrigos y gorros de lana (esta vez sin dinero) para las personas restantes. Todos le agradecieron cortantemente y no pudo evitar notar que todos lo miraban de un modo extraño, como si supiera su secreto más oscuro y estuviera a punto de revelárselo al mundo entero.

Le dió algo de miedo. ¿Y si habían visto algo realmente? Aunque Louis nunca hizo nada malo, nada de lo que se pudiera incriminar... excepto Harry. ¿Y si...? No, solo estaba siendo paranoico.

Visitó a Harry más tarde, pero este estaba ocupado trabajando en el campo. Al igual que Anne, que trabajaba en el patio de su casa. Cuando se acercó al campo gigante de cosechas, divisó sus rizos a lo lejos. Estaba rastrillando la tierra. Le hizo una seña para llamar su atención y Harry sonrió cuando lo notó.

No esperaba verlo hoy, realmente le había subido el ánimo, pues hoy no era el mejor día de su vida. Le prometió que lo vería junto al arroyo al anochecer, cerca del árbol, y Louis se quedó paseando por el pueblo para hacer tiempo hasta que atardeciera.

Visitó a Reg, quién ya había perdido otro diente. Jugaron a las escondidas con el grupo de amigos del pequeño, y se divirtió. Todos lo miraban extraño. Porque era común pero aún así seguía siendo extraño ver al príncipe heredero jugar con niños pobres, ensuciando de lodo sus costosos pantalones y mostrando su lado más infantil. Ninguna persona de la realeza había expresado algún sentimiento hacia ellos más que desagrado. Louis era diferente.

Y ellos vivieron entre tantas mentiras y falsedades con la realeza que les costaba creer que una persona de allí pudiera ser buena.

Louis les demostraría que era todo lo contrario a su familia... en un futuro. Ahora simplemente no veía la hora de llegar al árbol. Entró nuevamente al castillo para buscar un abrigo y se fue.

Caminó durante veinte minutos aproximadamente hasta llegar. Notó apenas una cabellera rizada escondiéndose tras el tronco, y Louis sonrió con ternura.

Silbó al ritmo de una canción triste que había escuchado a su hermana tocar en piano una vez, y entrelazó sus manos tras su espalda baja.

—¿Dónde estará Harry? —dió un salto y lo sorprendió. Al instante Harry comenzó a correr y Louis lo persiguió. Lo alcanzó, lo tomó por la cintura y lo tiró al pasto, sentándose encima para evitar que escapara.

—¡Déjamee! —gritaba, moviendo sus brazos en el aire inútilmente para tratar de alejarlo.

—¡No me respondiste!

—¿De qué hablas?

—Silbé, y no seguiste la canción. Se supone que cuando uno canta esa canción en específico es para que el otro responda, y así encontrarnos.

—Eso es una estupidez cursi inventada por tí. Aparte tú sabías donde yo estaba.

—No, no lo sabía.

—Sí lo sabías —comenzó a reír y retorcerse cuando Louis empezó a hacerle cosquillas—. ¡No, basta! ¡Le diré al Rey de esto!

Louis lo soltó y se paró. Estiró su mano y lo ayudó a levantarse.

—No me hables de mi padre.

—¿Qué pasó ahora? —preguntó, entrelazando su brazo con el de Louis.

—Está distante... Es extraño. Es decir, sí, siempre fue distante conmigo, pero ahora ni siquiera me mira. No me critica. Me ignora, como si yo simplemente no existiera.

—¿Hiciste algo?

—No, no hice nada. Al menos... no que yo recuerde. Quizá está enojado por apoyar a mi madre o quizá se enteró de que le robé o... no sé.

—¿No crees que hubiera hecho algo al respecto si se hubiera enterado de eso? —entrelazó sus manos—. Seguro no es nada, no te preocupes.

—La otra vez mencionó algo sobre... sobre mi casamiento. No creo que falte mucho tiempo para que llegue ese día y... sinceramente no sé que haré, Harry.

—Louis, ya lo hemos hablado...

—Sé que te preocupa el pueblo pero... ¿qué hay de mi vida? ¿Y si nunca podré quererla? No quiero tener una vida infeliz.

—Lo sé, Lou, pero no hay nada que puedas hacer.

—¡Te lo repito! Escapémonos.

—Pero...

—¡Vayámonos a otro lugar! Le dejaremos a tu madre suficiente dinero para subsistir y nos iremos a otro pueblo, al de la reina Morgana, o no lo sé. Podríamos... podríamos tener nuestra propia casa, lejos del mundo y sin ningún reino a nuestro alrededor. Juntos, besándonos bajo las estrellas sin tener que preocuparnos por si alguien nos ve. ¿No es una gran idea?

—Sí, lo es... —suspiró—. Estuve mal la otra vez, no debería haberte insistido en tomar esta idea de... casarte sin tu consentimiento y eso.

—No... Te preocupabas por el pueblo, eso es lindo. Además tienes razón, no puedo evitarlo... A menos que nos vayamos.

Harry sonrió, tenía los ojos brillosos y unas ganas de llorar que venía reprimiendo desde que habían iniciado esa conversación.

—Eso no pasará, Louis.

—Lo sé... Pero es una linda idea.

—La mejor idea que he escuchado.

Al llegar al pueblo, Louis dejó a Harry en su casa y se encaminó hacia el castillo. Le dolían las piernas y una tristeza le invadía todo el cuerpo pero sonreía. Sonreía porque aún no tenía ninguna razón para llorar, porque aún seguía encerrado en este mundo de fantasía junto a Harry. Porque aún no lo habían alejado de su lugar seguro.

Su madre lo esperaba en la entrada. Tenía el ceño fruncido y estaba cruzada de brazos. Nunca antes la había visto tan enfadada.

—Mamá, ¿estás bien?

No. Nada estaba bien ahora.

La sensación de correr bajo la lluvia - [Larry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora