Capítulo 20

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-Buenos días, señora Pavelka y... ¿Lauren? -Ally y Normani veían a ambas mujeres entrando al edificio, una tras la otra, siendo la castaña la cabecera.

-Buenos días, señorita Brooke.

La morena se acercó a la ojiverde, quien había sido llevada por _______ a su casa para poder cambiarse de ropa luego de lo de anoche. Las tres amigas vieron como la presidente de la empresa se alejaba hasta el ascensor.

-¿Qué demonios pasó?

-Les diré más tarde -susurró trantando de  caminar más rápido.

-¡Oigan! -gritaron tras ellas. -¿Pueden explicarme por qué tú te bajaste del auto de mi mejor amiga?

Dinah yacía tras ellas con un vestido rojo, bien peinada y perfumada, sonriendo abiertamente.

-Ya sé, por fin tuvieron tuki tuki.

Tanto Dinah, como Normani, como una nerviosa Ally, miraban a Lauren expectantes. La chica de ojos verdosos sentía como sus axilas empezaban a sudar, mojando su vestido azul marino. Bueno, en cierto momento debían saberlo. Por lo que solo asintió levemente mordiéndose el labio inferior.

Ally abrió la boca, Normani y Dinah discutían sobre ciertos 20 dólares por alguna apuesta.

-Te dije que pasaría rápido -canturreó la morena caminando al ascensor.

-Estaba segura que no pasaría a estas alturas, _______ había estado extraña -contestó la Polinesia haciendo un puchero, presionando el piso de presidencia. La ojiverde solía divertirse con las pequeñas discusiones de esas dos, parecía que se conocían de años.

Llegaron al piso esperado, mientras ambas chicas seguían discutiendo. Lauren sonrió negando con la cabeza, pero llamó a Dinah antes de ir a su lugar de trabajo.

-¿A qué te referías cuando dijiste que _______ ha estado extraña?, ¿pasa algo?

Sonrió. -Bueno, cuando ella quiere a una chica es como si chasqueara los dedos y obtenía la atención de quien ella quisiera -dijo rodando los ojos. -Pero contigo no lo hizo; es decir, parecías no estar tan interesada, pero eso no la hizo desistir.

La chica de ojos verdosos entrecerró los ojos, ¿eso que quería decir? Se sentía en la luna.

Dinah, al ver la expresión de su amiga, continuó: -Ha estado obsesionada contigo, Lauren. Nos vemos.

Sonrió, alejándose del lugar, dejando a la más baja aún más confundida. Tomó su cabeza entre manos, caminando hasta su oficina. Era un gusto no tener que ir a cafetería por los cafés, puesto que habían tomado antes de salir de casa.

La chica se sentó, visualizando su agenda y viendo que tantas cosas tenía que hacer ese día, hasta que escuchó el sonido de su teléfono en el bolso. Lo sacó de inmediato, sonriendo a la pantalla.

Ven a mi oficina, te necesito. -__.

¿Urgente? -L.

Ven ahora, Lauren. -__.

La chica se levantó de nuevo, ajustando su vestido, para luego entrar a la oficina de su jefa. ¿Debía seguir diciendo "su jefa"? Es decir, ya habían estado juntas, y por lo que Dinah dijo... Odiaba que su mente estuviera hecha un desastre asqueroso de ideas e imaginaciones y escenarios falsos. La hacían ilusionarse.

Ahí estaba ella, en la misma pose de siempre, viendo a la ciudad.

-¿Me necesitabas? -preguntó rompiendo el ambiente.

La mujer volteó a verla, y sonrió, a medias, pero era una sonrisa. Caminó lentamente, con los pantalones negros, una camisa blanca con cuello alto y los tacones a juego. Quedaron frente a frente, hasta que la mayor tomó la cintura de su asistente con ambas manos, haciéndola soltar un suspiro.

Obsession (Lauren Jauregui y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora