Capítulo 16

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La chica de ojos verdosos se levantó del sofá, apagando la televisión. Su corazón empezó a palpitar con tanta fuerza que sentía que se saldría de su pecho. Empezó a caminar hacia la puerta, donde los toques seguían.

Restregó sus manos sudorosas en su camisa, tragando con fuerza. Y abrió.

Ella estaba ahí, completamente mojada, con la mirada más dura y profunda que alguna vez le haya dado.

-______...

-Ya no lo soporto, Lauren.

-¿De qué estas hablando?

La chica tembló con el frío, abrazándose a sí misma. La castaña aún llevaba la ropa de la oficina, y tenía ambas manos en el marco de la puerta.

-Es una tortura tenerte al lado de mi oficina todo el tiempo y no poder hacerte nada -dijo, sin siquiera romper su voz con el gélido viento. Entrecerró los ojos. -Ya no puedo soportarlo.

-¿Pero no...?

Simplemente nadie sabría cuáles iban a ser esas palabras, que fueron comidas por el viento, por la lluvia, por el negro cielo. _______ se había abalanzado contra la ojiverde, estampando sus labios contra los de la menor.

Una cosa era clara... La señora Pavelka había perdido el juego.

O al menos eso era lo que Lauren pensaba.

*****

Era tarde, realmente tarde, y _______ Pavelka no daba señales de vida.

Lauren le había mandado bastantes mensajes, y estaba segura que la contestadora de su jefa estaba llena de todos los correos de voz. Luego de que la castaña la hubiera dejado a medias la noche anterior no había vuelto a saber de ella.

La chica siguió en su trabajo, contestando los emails de los nuevos escritores que firmaban contrato con la editorial. Pero detuvo todo movimiento al escuchar ruidos en la oficina de su jefa. Frunció el ceño, levantándose de su asiento. Tomó el café de inmediato para acercarse a la oficina.

De todas las personas del mundo...

-¿Qué se supone que estás haciendo? -preguntó molesta, haciendo que la pelirroja saltara en su lugar.

-¡Lauren, casi me matas del susto! -exclamó con varios papeles pegados a su pechos, con los ojos bien abiertos.

-Es una lástima entonces -murmuró. -¿Qué estás haciendo?

-¿Yo?

-No, claro que no, mi abuelita parada tras tuya -dijo sarcástica. -Es obvio que hablo de ti.

Rió nerviosa. -Sí, este, ______ me llamó para sacar unos papeles importantísimos.

-¿Ah si? -dijo, dejando el café en el escritorio, acercándose a doña morritos. -Es imposible que te haya dicho eso, porque por una razón tiene asistente.

-Tal vez no eres lo suficientemente buena para ella -contestó orgullosa, sonriendo como el maldito gato de Alicia en el país de las maravillas.

-Enséñame esos papeles.

-No -la mujer se cruzó de brazos levantando el mentón.

-Si no me das esos papeles te juro qu...

-¿Qué está pasando aquí?

Ambas mujeres voltearon sorprendidas hacia la puerta principal, donde la señora Pavelka las miraba completamente seria. Pero se miraba diferente, era como si ni siquiera hubiera despertado por completo. Estaba desaliñada, bien vestida y presentable, pero una expresión desaliñada.

Obsession (Lauren Jauregui y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora