Capítulo 7

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Lauren trataba de pensar con toda concentración como demonios iba a jugar esa cosa de seducción con su jefa ________ Pavelka. Era tanto lo que pensaba en eso que ni siquiera notó la presencia de dos desconocidas en su oficina.

-¿La señora Pavelka? -preguntó una de ellas con una sonrisa.

-En su oficina, ya las anuncio, ¿nombres?

-Yo me anuncio sola, gracias -dijo la otra mujer, con el cabello rojo y labios de purro.

No entendía que estaba pasando, esa mujer parecía que se había operado de más los pechos y los labios, y vestía ropas con pinta de jaguar, no era que juzgara o criticara, pero la actitud de la mujer ya la había enojado lo suficiente. Por otro lado, la otra mujer parecía radiante, llena de vida, con el cabello rubio, con un gran parecido a Beyoncé. ¿Podía ser la posibilidad que sea su familiar?

La mujer de labios de purro entró como si todo le perteneciera a la oficina de la señora Pavelka. Lauren se levantó de inmediato, detrás de la purritos, sintiendo como la otra mujer caminaba detrás ella.

-Señora Pavelka, yo...

-¡_______! -gritó la purritos, Dios hasta su voz era detestable. -¡Prometiste llamarme para mi nuevo trabajo!

-Serena, creo que no es el momento ni el lugar para hablar de esto -contestó la mujer sin siquiera mover un músculo en su silla.

La ojiverde no podía hacer más que fruncir el ceño, pero luego recordó a la mujer rubia tras ella.

-Señora, también ha venido... -volteó a ver a la mujer sonriente, de la que aun no sabía su nombre.

-No te preocupes, ella sabe que iba a venir con esta mujer -dijo, haciendo una mueca al ver a la morritos.

-Dinah, pensé que vendrías más tarde -la castaña por fin se levantó de su asiento, caminando hacia las tres chicas.

La de ojos verdosos pudo ver la emoción de la morritos, pensando que la jefa iba a saludarla, pero esa emoción cayó por un precipicio al ver que el saludo era para la joven Dinah.

-¿En serio no me saludarás? -preguntó cruzándose de brazos. -Solías saludarme de una manera muy efusiva antes -la mirada coqueta era tan cínica que la ojiverde sintió nauseas.

-Con permiso, señora -se apresuró a decir.

-Ni siquiera te habían invitado a entrar -esa mujer la estaba exasperando.

Lauren levantó las cejas, sonriendo. -Señora, usted entró a mi oficina buscando a mi jefa, y entró sin quiera ser anunciada, creo que la que no fue invitada fue otra.

La morritos abrió los labios rojo como la sangre, ofendida. No sabía si inflaba el pecho porque la silicona le quitaba el aire o para que resaltaran más. De cualquier manera, la sonrisa burlona de _______ fue lo que la reconfortó.

-¿Vas a dejar que una simple empleada me hable así?

-Lo que pasa, mi querida Serena, es que la señorita Jauregui, mi asistente, tiene toda la razón, sabes que no me gustan estos espectáculos -dijo seria, con los brazos cruzados al frente, mientras Dinah reía tras ella.

Era raro, pues la chica de ojos verdes hubiera jurado que eran amigas, pero ahora podía ver como la joven Dinah y la morritos no se llevaban bien.

-Señorita Jauregui -dijo viendo a su asistente. -Arregle sus cosas, vamos saliendo en diez minutos.

Lauren asintió, regresando a su oficina para coger su agenda. Veía de reojo como la morritos parecía devorar a la castaña con la mirada, mientras esta última solo hablaba con Dinah. ¿Era Dinah su pareja, o solo eran amigas?  Tomó su agenda y su bolso para luego regresar con la señora Pavelka.

Obsession (Lauren Jauregui y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora