Obsession (Lauren Jauregui y tú)

Capítulo 13

Los días pasaban, y consigo dos semanas y media se habían ido como el viento. Las interacciones entre _______ y Lauren aumentaban, provocándose una a la otra, pero ninguna de las dos daba el siguiente paso, pues ninguna quería ser la que lo pidiera primero.

La dignidad y el orgullo estaba ante todo, y por sobre todo. El incidente de Lauren en el hospital había quedado en el olvido, y la chica de ojos cetrinos no podía estar más agradecida por eso.

Y con todo eso había que sumarle el hecho que la editorial El Tintero seguía adivinando los pasos de BookVerly, haciendo la competencia más dura, por lo cual eran los días más alocados y de más estrés para todos los empleados.

El mundo era demasiado pequeño, pues esta última semana Lauren se había enterado que Lucas, el segundo maquinador del área de presidencia que trabajaba junto a Normani, era primo de su jefa. Cómo no lo supo antes...

-Querida mía -dijo el rubio entrando a la oficina de la ojiverde. -¿Esta mi prima dentro?

-Sí, pasa.

El hombre contoneó su figura, otro aspecto importante y característico de Lucas, es que era super gay, mucho más afeminado que Sam.

-Mi querida presidente -saludó Lucas.

-Doña Lucas, ¿en qué puedo ayudarte? -preguntó la mujer aún metida en el computador.

-¿Ya dieron el segundo paso con...? -preguntó señalando la puerta que daba a la oficina de su asistente.

Era de esperarse que Lucas lo supiera, y no era solo por el hecho que trabaja junto a Normani, sino porque era de suma confianza para su prima. Además, Dinah le contaba todo, más cuando llegaba a la editorial solo para molestar a ________.

-Cállate, loca -ordenó. -Puede escucharte.

-Es increíble que no haya pasado nada aún, puesto a lo que pasó con...

-No es necesario decirlo, Lucas.

-Bien -sonrió burlón, empezando a alejarse hacia la oficina de Lauren. -Pero si se te escapa de las manos, será solo tu culpa.

El chico rió, sabiendo rápidamente al ver la mirada amenazadora de su querida prima. Vio a la chica de ojos verdes sentada frente al computador, arreglando la gramática de algunos manuscritos.

-Querida, ¿me harías el honor de ir conmigo esta noche por margaritas? -preguntó colocando ambas manos en el escritorio de su amiga, inclinándose hacia adelante.

Lauren rió al ver como su camisa extremadamente pegada parecía a punto de estallar.

-No lo sé, ¿quiénes irán?

-Ya sabes, la chicas, tú y yo, noche de chicas -sonrió ansioso.

-Bien, pero deberás llevarme a casa, aún no me han llamado del taller.

Lucas frunció los labios nervioso, tratando de desviar la mirada. Lauren frunció el ceño ante ese gesto.

-No te preocupes, Lolo, para eso estamos las amigas.

La ojiverde rió viendo como el chico salía de la oficina, y en su lugar, entró la señorita Cabello con más carpetas. La mayor suspiró al ver todo el trabajo que la esperaba.

-No te preocupes, Lern -se apresuró decir Camila al ver la cara de la ojiverde. -Me quedaré lo que resta del día a ayudarte.

-No tienes que hacerlo, Camz.

-No digas bobadas.

La latina se acomodó frente a Lauren, entregándole las carpetas. A la mayor le gustaba trabajar con Camila, era una persona realmente amigable, pero por alguna razón, al nombrar el nombre de la jefa, se ponía tensa y evadía el tema.