Los meses pasaban. Meses de coqueteos e insinuaciones.
Cada oportunidad que se presentaba, era oportunidad tomada, tanto por Lauren como por _______; la ojiverde solía darle la iniciativa a la mayor, dejándola siempre a medias de todo. Eso hacía que la castaña llegara a molestarla todo el día, con trabajo y con toques excitantes en su cuerpo.
Justo como en ese momento. En la maldita junta directiva de la editorial.
-Yo quiero hacer una propuesta -dijo Ally. -Lo más esencial de todo es dejar la información completamente privada, estoy de acuerdo que somos uno mismo con la empresa, pero a sabiendas que puede haber un intruso espía entre nosotros, creo que lo más coherente es que la información no salga de la junta directiva.
La señora Pavelka escuchaba con atención a la señorita Brooke, sintiendo levemente con la cabeza, mientras que acercaba su mano derecha, por debajo de la mesa y disimuladamente, al muslo desnudo de su asistente sentada junto a ella.
-Estoy de acuerdo con Ally -secundó Normani, ojeando las hojas en su carpeta. -La empresa está pasando por momentos críticos, y estamos en el ojo del huracán.
-Concuerdo con ambas de ustedes -contribuyó ahora la castaña, acariciando el muslo de la ojiverde. -La información no va a salir de ninguna de nuestras 7 bocas.
Tanto Ally, como Dinah, Camila, una Lauren sumamente excitada y nerviosa, Roman el gerente de puntos de vista de la empresa, y Juno la contadora de presidencia, asintieron con la cabeza, todos anotando en sus respectivas agendas.
Pero Lauren parecía no estar en sus cabales, pues la mano de su jefa subía cada vez más por su pierna, empezando a colarse por debajo de su falda. Trató de componer la compostura, de concentrarse en su respiración, pero su respiración parecía una montaña rusa, bajando y subiendo de manera de deliberada.
Bajó sus propias manos a su muslo, mientras los demás estaban concentrados intercambiando opiniones, juntó las fuerzas necesarias para quitar la mano de la castaña. Sin éxito alguno, ni siquiera una pizca.
______ sonrió de lado, a penas levantando la comisura de su labio. La ojiverde conocía esa expresión, y sabía que estaba disfrutándolo. Sintió como su mano subía más, empezando a rosar su parte íntima. Llevó una mano a su boca, tratando de no soltar un gemido ensordecedor.
-Creo que esto es todo -anunció la presidente. -Pueden retirarse.
Los presentes se levantaron de su lugar tomando sus cosas. Lauren trató de hacerlo también, pero la mano de la castaña en su entrepierna la detuvo. La miró, pero ella solo miraba a los empleados salir por la puerta, dándoles un asentimiento de cabeza a cada uno.
-Señorita Brooke -llamó, haciendo que la rubia voltea a verla. -En unos minutos voy a su sitio de trabajo, necesito hablar con usted.
La chica asintió, saliendo de la sala de juntas, cerrando tras ella, dejando a la señora Pavelka y la Señorita Jauregui juntas. Solas. Era hora.
La castaña se levantó, tomó a Lauren de la cintura, y en un movimiento rápido ya la tenía sentada en la mesa. La menor abrió las piernas para que su jefa pudiera acomodarse mejor.
-Estuve una maldita hora esperando esto -susurró en el cuello de la ojiverde, pasando sus labios por él, mientras pasaba sus manos por el cuerpo de la menor.
Eran ese tipo de adrenalinas que a ambas les gustaba, esconderse de los demás, pero en el mismo techo. Lauren soltaba pequeños suspiros mientras revolvía la cabellera castaña de su jefa. Aunque en el fondo le molestaba que no llegaran más de besos y roces, ¿cuánto más debía esperar?
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Obsession (Lauren Jauregui y tú)
Fiksi PenggemarSimplemente nadie sabría cuáles iban a ser esas palabras, que fueron comidas por el viento, por la lluvia, por el negro cielo. _______ se había abalanzado contra la ojiverde, estampando sus labios contra los de la menor. Una cosa era clara... La se...