Capítulo 8

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Al día siguiente, Lauren puso su plan en marcha. Vestía un vestido crema sumamente ajustado, que resaltaba su trasero, y tenía un bonito escote. Elegante y atrevido. Pintó sus labios de un rosado mate y arregló su cabello. Su maquillaje fue esencial, sabía que uno de sus mejores atributos eran sus ojos, y debían resaltar.

Llegó a su oficina puntual, antes que _______, lo que era perfecto. Preparó tanto su café como el de su jefa.

-Vaya, parece que te has tomado muy en serio el plan, ¿no?

-Buenos días a ti también, Mani -sonrió abiertamente detrás del computador.

-Solo días, porque buena estás tú, pequeña seductora.

-Dios, no sé lo que voy a hacer.

-Lo que tienes que hacer, querida -la morena tomó asiento frente a su amiga.

-Ni siquiera sé si le gusto, Mani, tal vez ella es así con todas las mujeres, es decir, le gusta hacerlas sentir bonitas.

-Claro, le gusta mojar las bragas de todas las mujeres -rió la otra.

-Es a penas de mañana, y ustedes ya están hablando vulgaridades -dijo Ally entrando a la oficina, pero paró en seco al ver a su amiga de ojos verdes. -¡Te ves increíble!

-Ally, al parecer tienes una nueva compañera de trabajo, ¿no? -preguntó la de rojos labios.

La chica rodó los ojos. -Es un verdadero infierno trabajo con ella, ni siquiera sabe lo que hace.

-¿De qué me perdí? -preguntó Normani levantando las manos para pedir la atención.

-Serena Johnson, es la mujer más inútil que he conocido en mi vida -dijo Ally pasando una mano por su frente. -Sé que es malo hablar así de una persona, y me siento muy mal por ello, pero esa mujer es un demonio.

Lauren rió, era obvio que esa mujer no sabía hacer otra cosa que no fuera seducir a ________ Pavelka, y eso le hizo darse cuenta de una cosa: ambas querían a la jefa de BookVerly. Justo en ese momento, se escuchó el portazo del otro lado, indicando que la castaña ya había llegado. La ojiverde sonrió a sus amigas, que la miraron de la misma manera.

-Tú puedes -dijo la morena dándole ánimos.

La chica tomó el café y su agenda en manos, dirigiéndose a la puerta. Y abrió, entrando a la oficina y cerrando la puerta tras ella. Ahí estaba, sacando y arreglando las cosas de su bolso, vestida con un pantalón beige de tiro alto, una camisa negra y zapatos bajos.

-Buenos días, señora Pavelka.

La mujer levantó la mirada, casi con la baba de fuera, ese vestido crema resaltaba las piernas de su asistente, y esos labios la invitaban a besarlos. Le gustaba, no como los labios de Serena, hinchados que parecía que un pez la había succionado. No, los de la Lauren parecían el mismo paraíso, y quería perderse en él.

-Buenos días, Señorita Jauregui -saludó de vuelta, con esa voz grave.

-He sido puntual, y le he traído el café -dijo acercándose sin dejar de hacer contacto visual con la castaña. Dejó el vaso en la esquina que _______ le había indicado el día de ayer, agachándose a penas para que sus pechos quedaran más al aire.

Pero se reincorporó de inmediato al ver que la castaña no los había visto, solo se enfocaba en su rostro. Y eso le gustó mil veces más.

-Es usted muy amable, Señorita Jauregui.

-No es nada, para eso estoy -sonrió de lado, y luego abrió su libreta. -¿Algo para hoy, señora Pavelka?

La mujer entrecerró un poco los ojos, se acercó a su silla, sentándose, sin dejar de ver a su asistente. -Jaqueline Banks viene hoy a BookVerly para establecer la portada de su libro, necesito que usted, la señorita Brook, y Serena estén presentes.

Obsession (Lauren Jauregui y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora