Parte 6, encuentro.

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Ya había pasado un día desde que visite el club, hoy era fin de semana y fui al parque a desestresarme un poco

-¡Ahh!

Mientras caminaba por la calle escuché un pequeño grito. Al voltear mire un trasero, rápidamente me voltee y camine para ayudar a quien se había caído.

–¿Estás bien?

–¿Mmm?

Es una chica de hermosos ojos verdes y un lindo cabello rubio.

–¡Oh! Lo siento, soy muy torpe y me tropecé.

Ella tomo mi mano y la ayude a levantarse.

–Gracias por la ayuda.

Ella al parecer tiene un poder dentro de ella...

[No hay duda de que es una sacred Gear, la presencia de dicho objeto es similar a la boosted Gear].

Agrego Ddraig.

Con que eso es, supongo que ya la ah despertado, no parece de por aquí.

–No eres de por aquí, ¿Verdad?

Pregunté por si acaso.

–No, no soy de aquí, yo soy de Italia pero por motivos personales me mudé aquí.

Italia ehh...no puede ser otra cosa, está chica es una monja aliada con el Vaticano o algo así.

–Oh, ya veo, entonces acabas de llegar.

–Si...pero estoy algo perdida.

Dijo con una mirada inocente.

–Eso es un problema...si quieres puede guiarte, ¿A dónde se supone que vas?

–¿Esta seguro? No quiero ser una molestia.

–No te preocupes, hoy es mi día libre y no tengo nada que hacer.

–Entiendo, ehh...Me presentaré. Mi nombre es Asia Argento, soy una monja por así decirlo.

–¿Monja?

–Si, yo trabajo en la iglesia por así decirlo.

La chica, identificada como asia al parecer es una monja aliada con el Vaticano, aunque sus ropas lo dicen todo y con los problemas actuales de los angeles caídos supongo que debe de estar involucrada en eso.

–Ya veo, bueno, mi nombre es Hyoudou Issei.

–Hyoudou-San, ¡mucho gusto!

–Llamame solo Issei, Asia.

–Si. Bueno se supone que tengo que ir a la iglesia de esta ciudad, pero no sé dónde está.

¿Iglesia?

No recordaba que hubiera una iglesia en la ciudad...

Ahhh, esa iglesia.

Recordé.

–Esta bien, te llevaré. La iglesia está por allá.

Apunte mi dedo a la iglesia que están en una colina a las afueras de Kuoh.

–Ah, con que allá estaba, ¿De verdad no es molestia?

–Claro que no, vamos.

–Si.

Camine con asia unos cuantos metros cuando escuche un llanto.

–¡Aaaaaaa! Me dueleee.

Era un niño recargado en una pared, seguramente se corto o callo.

Issei Hyoudou: El creador de espadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora