Capítulo 37: Paz

521 58 4
                                    

Había sido un día movido.

Me había encontrado con alguien y fui de alguna manera servicial con ese alguien.

Después de eso no ha ocurrido nada.

Bueno, Londres no es el centro del desastre como otra ciudad.

9:30 PM son aproximadamente.

La calle se siente tranquila, se supone que el toque de queda en la torre ya empezó pero no me importa.

Debería aprovechar al máximo mi "trato especial".

-Estoy sonando como un estúpido...

-Tu eres un estúpido.

Una fuerte voz resonó por la calle en la que estaba.

A pesar de que hace un momento el lugar estaba completamente oscuro y sin sonido, a la par de esa voz el lugar se iluminó levemente y cierto sonido que conozco inundó el lugar.

Sin siquiera voltear a quien fuera que estaba allí proyecte una excalibur destruction y la lance hacia el origen de la voz.

-Cerca.

La voz masculina había cambiado su posición.

Inmediatamente después me rodee de espadas y estaba listo para sacar Marmyadose o Murakami.

Aunque fuera débil podía sentir dónde estaba el tipo sin verlo, gracias a todos los acontecimientos recientes mis sentidos habían aumentado más y más, y gracias a Ddraig tengo una fracción de sus propios sentidos.

Sin vacilar seguí lanzado copias de la excalibur destruction que había visto de Xenovia del otro día.

-Mi pregunta es, ¿Cómo puedes copiar un arma divina tan fácilmente?

Seguí lanzando armas sin responder la pregunta.

El sujeto...no, vali, esquivo todas.

-Son rápidas, más rápidas que cualquier bala o arma lanzada por un ángel caído, pero por desgracia la velocidad es mi punto fuerte.

Mis armas superaban la velocidad del sonido, no eran perceptibles para un ojo humano común, sin embargo este hombre, mi rival, el blanco...

-Te volviste tan fuerte en tan poco tiempo, es ciertamente increíble...

Este hombre...

-Basta de juegos.

Hasta ahora no había volteado a ver la posición de Vali, solo me había guiado por mis sentidos, pero ahora es imposible no tener que mirar, después de todo este hombre...

Una ráfaga de luz venía a toda velocidad contra mi, saque Marmyadose y me cubrí.

Este hombre superaba la velocidad de la luz.

-¿Lograste reaccionar?

El impacto fue tremendo. No tiene la fuerza descomunal cómo Mitsuya pero debido a su velocidad la fuerza que obtiene es increíble.

Gracias a que la hoja de Marmyadose es prácticamente indestructibles y conceptual logré cubrirme, pero eso no evito que recibiera daño.

Debido a ello escupí sangre.

-Jaja, que necesitas, ¿Vali?

Lo mire frente a mi aún con su armadura y casco puestos.

Las partículas de luz que su armadura dejaba salir se veían hermosas.

El brillo y poder que irradiaba eran hipnoticos.

[Las partículas de luz que deja salir es debido a que no puede contener todo el poder dentro de el, esas partículas es pura energía].

Issei Hyoudou: El creador de espadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora