Issei Hyoudou: El creador de espadas

Parte 11, Jordania.

Dos días habían pasado desde que terminé aquella misión, todo ocurrió como de costumbre, pero me quedaron algunas secuelas por abusar de Proyección, aunque bastante leves.

Actualmente me estoy preparando para partir a Jordania, lugar donde se llevará a cabo mi segunda misión como aliado de Azazel. Estos ultimos dos días me he preparado bien, estoy en un buen estado físico y mental, tengo dinero por si necesito algo y Ddraig está en buen estado, el único problema es que no puedo volver a abusar de Proyección.

Aunque claro, tengo. Murakami conmigo, y la he estado cuidando más que a Ddraig...

-En fin. ¿Todo bien por allá?

Le pregunté a Ddraig.

[¿Eh? Si, todo bien, últimamente tu entrenamiento con la Boosted Gear ha rendido sus frutos, eres un usuario muy prometedor, pero hay algo que me preocupa].

-¿Y eso es? Nunca te había escuchado preocupado.

Dije con una pequeña risilla.

[Y yo nunca te había escuchado reír....bueno el problema es que, Hyoudou issei, aunque seas muy fuerte, sigues siendo humano, los humanos pueden tener límites, sobre todo tu, que tienes solo 17 años y solo puedes usar dos magias sin contar la Boosted Gear, además no estás aliado a una organización poderosa, como los angeles o demonios, claro, los angeles caídos son otra cosa pero oí que se tuvieron que retirar en la gran guerra, por lo que su condición no es la mejor, y no olvides cómo está su situación actual].

Tiene razón, sigo siendo humano, no soy un demonio, un angel, o un angel caído, pero aún así, aún así, conoci a alguien que aunque fuera humano, era el más poderoso de todos.

-Gracias por preocuparte Ddraig, pero no pasa nada, soy consiente de mis límites y que puedo morir en cualquier momento, pero eso no es motivo de preocupación, a todos los humanos nos llega la hora tarde o temprano, pero ten por seguro que superaré los límites de un humano.

[Hmm, no seas muy arrogante chico, pero esa es la actitud, te confiaré todo el poder que pueda y a cambio lleva tu nombre a la cima].

-¿Que? No.

No quiero ser famoso para nada.

[...]

En fin, creo que ya es hora de salir, espero que todo salga bien.

-Me voy.

Dije saliendo de casa, aunque como siempre...no había nadie.

[Aún queda tiempo, ¿por qué sales a esta hora? O más bien, ¿Por qué no usas el sello que te dió ese sujeto en vez de caminar?].

-Tu, dragón, aveces ejercitarse es bueno, además hay un lugar que quiero visitar antes de irme.

[¿Cuál es ese lugar?].

-No es nada realemente importante, solo lo único que me queda.

Unos minutos después de caminar llegue a las afueras de Kuoh, dónde estába algo solo y lo único en este lugar era un cementerio.

[¡Jajajaja! Pero si esto es un cementerio, ¿Que eres? ¿Un necromancer? Jajajaja].

Me tape los oídos.

Maldito dragón, me las va a pagar. Aunque ya he caminado un rato, debe ser por aquí.

Justo a mi lado, dos tumbas prácticamente juntas estaba con el nombre "------" si, era la tumba de Kuro, mi viejo o mi maestro.

Me puse con una rodilla en el suelo y hablé.

-Tu...me iré un tiempo de Kuoh, por lo que no podré protegerla por un tiempo, pero volvere pronto, es...algo importante, en mi ausencia hay personas que protegerán este lugar, así que estate tranquilo, maestro.