Capítulo 3

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Me levanto perezosamente. ¡Jesús, que noche! No pude dormir ni un jodido minuto, Ashley llego con Dan, y, claramente tuvieron sexo. Sexo salvaje, sexo loco, sexo sin control. Asqueroso, Ashley no paró de gemir como una loca. Parecía una hiena con mocos cuando gemia. Sé que tengo una cara de nomeolvides y es exasperante. Arrastro los pies y entro al baño, me miro al espejo. Mi cabello es un desastre y tengo ojeras. Mi boca sabe mal, así que me lavo los dientes. Me ducho y me vuelvo a poner otro pijama, me vuelvo a acostar y me quedo dormida en seguida.

-No seas idiota, James. - Escucho.

-¿Qué? No es culpa mía que desees tanto esa vagina. - Dice James.

-¿Cómo no hacerlo? Es Ashley, es mi chica, mi novia.

Me levanto de un brinco al escuchar eso. ¡Qué conversación tan sucia! Me levanto completamente de la cama y salgo de mi habitación. Ahí, un James con una camiseta ajustada negra, y un short color caqui hasta las rodillas, justo con unos lentes negros de sol. Se ve como… bueno, James es una estrella de rock, y se ve sexy. Bastante sexy. Daniel se encuentra en un pijama.

-Linda cara. – Dice Daniel.

-Cállate, que por tu culpa no podía dormir. Joder, tú y Ash son unos escandalosos en el sexo. – Hago mala cara.

James estalla en carcajadas. Me desplomo en el sofá, a la par de James.

-¿Tú qué haces aquí? – le pregunto a James.

-También me alegra verte.

-No me alegra en lo más mínimo verte.

Sí, tengo un humor de perros.

-Bueno, estoy aquí porque Dan no me dejó las llaves de mi casa, por lo tanto, dormí justo aquí en este sofá.

-¿Dormiste aquí?

-Sip.

-Mmmmmm ya.

De pronto, música suena en la casa. Suena  Jess Glynne con Right Here. Ashley sale bailando, ella puso la música a tales horas de la mañana… miro el reloj y son las once. Dan se le une, bailan juntos. La canción termina.

-Bebé, quiero salir. – Le pide Ash a Dan.

-Claro, vamos a comer un poco de pizza. Chao, chicos.

Y se van.

¿Por qué siempre me dejan sola? Y lo peor: me quedo con James.

Sin decir nada, me levanto y me dirijo a mi habitación. Me desplomo en la cama y miro mi IPhone. Es entonces cuando escucho un piano… una melodía hermosa. Tengo un piano en el sótano, y nadie sabe que toco piano, solo Ashley. Para mí, tocar piano es lo mejor que puede haber, y es como una parte privada de mí.  Me levanto y entro al pequeño sótano, donde yace mi piano y ahí, James tocando… se ve hermoso, oscuro, sombrío… deslumbrante.

Camino a paso lento y me siento junto a él. Me mira y puedo sentir como su mirada quema.

-No sabía que tocabas piano.

-No sabes muchas cosas sobre mí.

-A penas te conocí ayer.

-Exacto.

-Huele a cerveza.

-Oh, sí. – ahogo una risita.

Aquí es donde Ash y yo guardamos las bebidas alcohólicas, ya que cuando nuestros padres vienen, aquí es el único lugar donde no visitan.

-¿Quieres una cerveza?

-Claro.

Me levanto y saco dos de una nevera, me siento nuevamente y se la entrego. Doy un sorbo.

Touching Your Dark SoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora