Capítulo 22

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James jamás me había besado con tal delicadeza y suavidad. James jamás me había besado con tanto amor y ternura. James jamás me había besado así. Recuerdo las veces que James me ha besado. está, es nuestra tercera vez. Y de los dos besos anteriores, este es el más mágico de todos. James me presiona más a él, haciendo que pueda sentir todo su cuerpo. Es excitante y delicioso, pero a la vez, dulce y tierno.

Me siento como gelatina en los brazos de este hombre, y sé qué si James me suelta, caería, porque mis piernas están temblando. Estoy nerviosa y tengo mucho miedo de lo que está por venir. Ni siquiera sé qué es lo que está por venir. Me alejo de James (no porque yo quiera, sino porque el miedo acaba de invadirme). Lo miro, y los dos estamos jadeando ante la intensidad del beso. No sé a qué le tengo más miedo: al amor o a James. Creo que es al amor, he visto tantos casos, el amor siempre te lastima... y no sé si estoy lista para arriesgarme a salir lastimada.

-James... no...

-Arabella, calla. - dice, y se ve claramente miserable. - No puedes rechazarme, sé qué también sientes algo por mí. ¡Lo acabas de confesar en esa canción! Por favor, no me mates de está forma. No de está. - se acerca a mí, ahueca mis mejillas con sus manos. - Sé qué sientes algo por mí, pero no con la misma intensidad de lo que yo siento por ti; Arabella, lo veo en tus ojos y no puedes evitarlo, lo sé. Eres la única por la que me he interesado, por favor, no me alejes de ti.

-No sé qué decir... - susurro.- No negaré que siento algo por ti... pero tengo miedo. Lo siento.

Niego frenéticamente con la cabeza, mientras me alejo de él y corro lejos. Salgo de su casa, con lágrimas brotando de mis ojos. Oh, Dios, creo que acabo de tomar la peor decisión. Quizás si estoy dispuesta a arriesgarme... quizás si tengo el valor. Pero acabo de salir huyendo como una cobarde.

Eso es lo que soy: una cobarde.

Empiezo a caminar sin rumbo por unas cuadras, y ni siquiera conozco está zona. Niego con la cabeza y lloro. Y cómo si la naturaleza supiera lo mal que me encuentro, empieza a llover a cantaros. Frustrada, sigo caminando. ¿Qué he hecho para que las cosas empeoren? Ah, sí, espera, ser una cobarde. ¿Por qué le huyo al amor? ¿Le huyo realmente al amor? Ay... no.

Quiero a James. Me gusta James. Me encanta James. Pero algo de mí me dice que James me lastimará mucho. Conozco cómo es él, sé qué James no es el tipo de una sola chica y yo... quiero a James solo para mí. No podría compartirlo absolutamente con nadie. Sigo caminando sin importarme lo empapada que estoy, justo cuando voy a cruzar una cuadra, un lindo Mercedes se detiene y me impide el pasó. James baja la ventanilla.

-Sube.

Me subo a su auto sin decir nada, tengo tanta vergüenza... James pone el aire acondicionado en forma caliente y es reconfortante. Me abrazo a mi misma y dejo de llorar, porque no quiero que James me vea así.

-Siento tanto ser tan patética.- me obligo a hablar. - siento tanto todo, porque no sé cómo seré mañana, no sé que sentiré mañana. Lamento tener que alejarme de ti a pesar de lo que siento, lamento no poder decirte lo que en realidad siento.

-Arabella, no lamentes nada. Tienes miedo, puedo entenderlo, de verdad. Sé qué sabes lo frío que soy y lo hecho mierda que estoy. Arabella, pero no puedo detener más mis sentimientos.

-Entonces, no los detengas.- susurro.

-Ten por seguro que no lo haré. Pero, ¿De qué sirve sentir lo que estoy sintiendo si mis sentimientos no serán correspondidos?

Me doy cuenta que hemos llegado al apartamento y que estamos estacionados al frente. La lluvia no deja de caer. Miro a James. Sin previo aviso, me acerco a él y presiono mis labios sobre los suyos.

Touching Your Dark SoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora