Capítulo 31

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Cierro mis ojos, siento cómo su miembro entra y sale con brusquedad de mi entrada. Lo único que puedo hacer, es gritar y llorar, cierro con fuerza mis ojos, el asco me invade y sé qué esto, cambiará todo... ¿Por qué me está haciendo esto a mí? ¿Que demonios hice para pagar con semejante cosa? Mi entrada arde ante la brusquedad de esos ojos azules... esos ojos que me están destruyendo la vida.


-¡Por favor, no, déjame, por favor, por favor!


Grito tan fuerte como puedo, pero el tipo no se detiene, sigue saliendo y entrando de mí... quiero borrar toda huella de mi ser, todo rastro de este asqueroso hombre... quiero quitar sus manos de mis pechos, pero es como si nadie escuchara mis gritos, mis sollozos... nadie siente mis lágrimas, mi dolor y mi miedo. Es como si fuese invisible y este tipo, me toma como suya... mientras no lo soy, pero lo hace y no le importa qué haga yo porque no deja de tocarme y saborearme, no puedo ver su cara porque estoy de espaldas.


-¡Quiero que te corras, princesa! ¡Correte para mí, perra!


¿Cómo correrme si no estoy disfrutando de esto? Mi cuerpo arde, ni siquiera tengo humedad que brindarle, estoy seca envuelta de lágrimas y gritos. Abro mis ojos cuando siento su miembro en mi vagina. Oh, no...


-Por favor, no... por favor, por favor, sueltame, déjame, por favor... - lloriqueo y a la vez grito.


Mi cuerpo empieza a sacudirse, pero no porque yo quiera... me sacuden por mis hombros y escucho gritos, gente diciendo mi nombre... más bien, James diciéndolo.


Y abro mis ojos.


-Bebé, soy yo... soy James, muñeca... tranquila, es una pesadilla.


Pero no es James, es el tipo con la voz de James... ¿Que demonios está pasando...? Sus ojos azules me miran con deseo y eleva su mano para posarla en mi mejilla... pero no lo dejo, no está vez y hago lo mismo que él me hizo: mi mano impacta con su mejilla. Es entonces, cuando noto que sus ojos no son azules... son verdes. De un hermoso verde limón, tan reconocible, que me he perdido miles de veces en ellos... me levanto de la cama bruscamente, alejo a James de mi... le hice daño... le pegue... camino de un lado a otro y me volteo para ver a James y en su mejilla, marcados mis dedos.


-Lo siento tanto... - sollozo.


Salgo de mi habitación y voy por un vaso de agua. Por la ventana puedo ver el sol brillar, lo que me indica que ya es de mañana, de repente mi nariz comienza a sangrar. ¡Demonios! Me limpió la sangre de mi boca, lo bueno es que ya no sangra, solo fueron leves gotas. Tomó con ansias el agua, tratando de aclarar mi mente. Me siento estancada, sin ganas de nada... no puedo imaginarme si de verdad hubiera pasado... me acerco a la ventana y observó la calle.


-No sé qué me pasó... lo siento. Quiero que te vayas, James.


Mi mirada se pierde entre los carros, las personas que pasan y los árboles. Siento el pecho de James rozar mi espalda, por lo que giro y lo miro. James se ve aterrado.


-Quiero estar sola un momento.


-No puedo irme, no te dejaré sola.- James se ve decidido, ahora, se ve fuerte.

Touching Your Dark SoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora