Touching Your Dark Soul

Capítulo 20

Mis papas se encuentran realmente bien con el hecho de que James está conmigo, en un restaurante bastante decente y caro, cenando con nosotros. James realmente es agradable, y me muestra esa simpatía hermosa que tiene. Es como si sus cambios de humor los hubiese enterrado bajo tierra.

-Dime, James, - dice mi madre. -, ¿Desde cuándo tocas música?

-Desde que tengo 15, señora.

-Es bastante admirable que seas músico y a la vez, tengas el título de doctorado. No juzgo a los músicos, pero a lo que me refiero es que la música los exprime y les quita todo el tiempo. Haz sabido manejar muy bien tú tiempo. - halaga mi padre.

-Lo sé, pero considero que sería mediocre de mí parte no obtener un título.- contesta James.

Guau, esto es bastante sorprendente. Mis papás asienten con admiración, pero me doy cuenta como mi mamá observa los tatuajes de sus manos y algunos que sobresalen en su cuello. No los mira con asco... pero los mira. Mucho. Sé qué James lo nota, pero hace un enorme esfuerzo por ignorarlo. Nuestra comida está exquisita.

-¿Desde cuándo conoces a Arabella? - pregunta mi madre.

-Hace un tiempo. Muy poco, a decir verdad, pero a pesar de eso, nos agradamos y somos excelentes amigos. - Claro...

Mi móvil vibra, avisándome que tengo un nuevo mensaje. ¿De quién será? No quiero mirar la pantalla de mi móvil, ya qué mamá me regañaría y me diría que es mala educación y bla bla bla.

-Disculpen, iré al tocador. - me levanto y camino al baño.

Entro y me recuesto sobre la puerta. El baño se encuentra solo. Saco mi móvil y veo el mensaje. Oliver.

O: ¡Fue una excelente noche! Es bastante bueno haber compartido contigo el escenario, no sabes cómo quiero volver a verte. Eres muy agradable, Arabella, y quiero conocerte más. Dime cuando estarás libre para poder salir contigo... sí es que así lo deseas.

¿Qué rayos...? Frunzo el ceño, pero mi móvil se me es arrebatado de las manos por unos dedos llenos de tinta. James frunce el ceño y lee el mensaje, su cara se pone roja. Lanza llamas al móvil, y sé por su expresión que está enojado. ¿Celoso, quizás? Respira profundamente, tratando de calmarse, pero una vena en su frente me dice que quiere explotar. Pero no puede, y sin pensarlo dos veces, lanza mi móvil contra la pared y se estrella. ¿QUÉ DEMONIOS? Mi IPhon... ¡MIERDA!

-¡JAMES! - Grito.- ¿¿QUÉ MIERDA??

-¿Por qué ese hijo de perra te habla así? - gruñe.

-¿Así cómo? - elevo mi voz.- Mierda, James, ¡Mi móvil! - Grito y señalo mi celular.

James lo mira... y se da cuenta de lo que ha hecho. Está entumecido, niega con la cabeza... confundido.

-Yo... - de pronto, James me tiene presionada contra la pared, su cara tan cerca de la mía.- Mierda, no puedo permitir que te hable así. Te compraré un nuevo móvil, lo juro. Pero, maldición, Arabella, ¿Acaso no ves que quiere algo más que una amistad?

-¿Algo más? - Olvido como respirar. Siento que me derrito... James es fuego y quema.- Algo más te refieres a... ¿Un noviazgo?

-Sí, un maldito noviazgo entre él y tú. No... - niega con la cabeza. Sus ojos se ven tan tristes.- puedo... permitirlo.

Susurro -: ¿Por qué?

-No lo sé... - susurra también. No era la respuesta que esperaba...

-¿No lo sabes?