Capítulo 5

22K 1.3K 27
                                    

AL: Arabella, perdóname

A: No.

AL: Por favor, lo siento. Estoy preocupada, ¿Dónde estás?

A: Dormí en la casa de James por tú culpa. Ah, y la de Dan.

AL: ¡PERDÓN! Pero apuesto a que dormiste bien...

A: Tiene “novia”

AL: Ja, ja, ja. James no puede tener novia jaja.

A: Créeme, se llama Amelia y es muy linda.  Lo que sea, me voy porque tengo sueño ya qué anoche no pude dormir bien por equis razones.

Mentiras.

Me levanto de la cama, aburrida y exasperada.  Y entonces, me encuentro con James recostado en el umbral de la puerta, mirándome. Me detengo en seco y lo miro. Jesús, que alguien le ponga una jodida camisa. Ignoro lo guapo que es.

-¿Qué? – Digo, cuando no deja de mirarme.

-Nada. – se encoge de hombros.

-Quiero salir, ¿Tienes algo que hacer? – Seguramente, me dirá que no quiere salir conmigo. Estúpida yo y mi pregunta.

-Claro, salgamos. – Oh… dijo que sí.

-Pero primero, ¿Podemos pasar por mi casa? Necesito ropa. – Miro mi pijama.

-Sí, espérame, que también necesito alistarme. – Se va.

Al cabo de unos minutos, regresa totalmente bañado y vestido. Respiro profundo. Salimos de su casa y nos subimos a su lindo Mercedes, y nos vamos a mi casa.

-Estaba pensando… que eres irritable. – Dice.

-Oh, genial, compartimos el mismo pensamiento, chico feo.

-Sabes que no soy feo. – Es cuando me rio a carcajadas. Maldición, lo sé.

-Por Dios, que ego más jodido el tuyo. – Digo entre risas.

-No es ego, simplemente veo la realidad. – Estallo en carcajadas.

Llegamos a mi departamento y nos bajamos. Subo a alistarme lo más rápido posible. Salgo y no puedo evitar ver cómo me mira James, de arriba para abajo. Salgo del trance.

-¡Oh! Espera un momento. – Regreso corriendo a mi habitación y tomo mi bolso, dónde va mi cámara instantánea y mi billetera. Regreso y nos vamos en su Mercedes.

Mientras recorremos la carretera –no sé siquiera dónde vamos– saco mi cámara instantánea y tomo fotos a los mejores paisajes. Disfruto de cómo los colores juegan y bailan en el cielo. Disfruto de pequeñas cosas que los otros humanos no hacen. James baja la ventana de su lado y el viento mueve su cabello. Disimuladamente, le tomo una fotografía. La tomo entre mis manos y al mirarla, sonrío como idiota. Su cabello se encuentra de puntas al aire, su rostro es ligero y suave, junto con sus Ray-ban y un hermoso cielo detrás de él, que juega con los colores entre celeste, rosado y salmón. Uno de los mejores atardeceres que he visto. Tomo muchas fotografías, muchas. ¡Es tan emocionante!

-Por cierto, ¿Dónde vamos? – pregunto mientras observo todas las fotos.

-No lo sé, sinceramente. Solo estoy tomando calles sin saber a dónde nos llevaran. – se ríe.

Me rió – ¡Qué tonto! Solo espero que sepas como hacernos regresar.

-Por supuesto que sabré, soy James.

Resoplo.

-Te encanta la fotografía.

-¿En serio? – Digo con sarcasmo. Pone los ojos en blanco.

Touching Your Dark SoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora