Capítulo 11.1

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Esto no puede seguir así, es en serio. La farándula no puede estar diciendo estás cosas, ¡Son mentiras! James y yo, definitivamente no somos nada más que excelentes amigos. No podemos seguir viviendo así, la gente cree... no... Ni si quiera puedo verme en un futuro con James. Sé qué me haría sufrir, me vería la cara de estúpida, me engañaría, me mentiría... ¡No! Tenemos que acabar con esta mentira, es necesario. ¿Qué pasa si mis papas... ven esto? Demonios, me matarán. En serio que lo harían. Lo sé. ¡Más mi mamá! ¡Joder! Todas sus amigas le preguntarán y eso la incomodaría. Ay, no. Esto se ha salido de control... es hora de pararlo.

A: James...

J: ¿Mmm?

A: Necesito que vengas a verme.

J: ¿Es malo? Presiento que sí.

A: Tienes que venir. Tenemos que hablar.

J: Demonios, es bastante malo.

Respiro, tratando de despejar mi mente... quiero romperme a llorar, pero me obligo a guardar cualquier sentimiento.

Después de esperar, James llega y se sienta en el sofá, junto a mí. Le enseño el nuevo artículo que hay en la red, y mientras lo lee, su ceño me delata cuán enojado está. Está tenso, y una vena en su cuello amenaza con explotar.

-Estoy arto de esta mierda, son unos hijos de puta sin vida. - James maldice.

-Por esta razón, necesito que dejemos nuestra amistad hasta aquí.

Eso llama su atención, deja mi portátil en la mesita de enfrente y se voltea hacía mí.

-¿Qué...? - dice, confundido.

-Nuestra amistad tiene que llegar a su fin.

-No... pero...

-James. - le corto. - Esto te afecta tanto a ti como a mí. No nos dejarán en paz. Por más que digamos que no somos nada, ellos seguirán creyendo lo contrario. - Mi voz tiembla.

-¡No! ¡Por culpa de ellos no me alejaré de ti! - Se levanta bruscamente y empieza a tomarse del cabello, enojado.

-James, cálmate. - Poso mis manos en sus hombros. Nos miramos.

-No puedo. - su voz tiembla. Todo su cuerpo tiembla. - No pueden hacernos esto.

-James, es necesario.

-Arabella... no.

-Vete.

-¡NO!

James me abraza, me retiene entre sus brazos y escucho como murmura cosas, pero no las entiendo. Hago mi mayor esfuerzo por zafarme, pero no puedo. James me suelta un poco, solo para...

Estrellar su boca sobre la mía.

Al sentir sus labios sobre los míos, abro mis ojos, sorprendida. No le besó, ni él tampoco, simplemente nuestros labios están pegados. Me alejo, levanto mi mano y la estrello en su mejilla. La palma de mi mano late de tan fuerte que le di. No me importa, no tenía que besarme. ¿Acaso no entiende lo que quiero decirle? ¡Tiene que alejarse de mí! Le estoy pidiendo eso y me sale con algo mucho peor: me besa. ¡De nuevo!

James me mira, y me jala hacia él. Me vuelve a besar, y está incentivándome a besarle... miro a James, con sus ojos cerrados, se ve lindo... me niego a besarle. Me niego. Le doy un pico, nada más. Sus manos ahuecan mis mejillas... poco a poco... caigo. Y le beso... le beso como nunca he besado a nadie.

El calor restaura mi cuerpo... y siento como James me recompone y me destruye. Y me vuelve a recomponer... sus besos son mágicos y sensuales. Sus labios me tratan con ternura, pero luego el beso se vuelve posesivo, siniestro, salvaje. Es como si James tratara de demostrarme a mí misma que soy de él, que le pertenezco.

Touching Your Dark SoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora