La arena de combate de Coelum (X)

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Frente a mí aparece un gran espejo, con un marco dorado con rombos plateados que si los miras con detenimiento te generan una especie de hipnosis. Solo refleja mi rostro furioso, mis ojos han cambiado: uno es de color celeste y el otro violeta, en mi mano descansa la asesina roja con la punta rozando el piso. Mi túnica es negra, con bordes violáceos; mi cabello es corto con las puntas onduladas y rubias

Todo lo que había desaparecido en un manto de cenizas esta intacto.

Quiero moverme hacia un costado pero una mano en mi hombro me detiene, deseo darme vuelta pero no lo haré, debe ser otro engaño de Arniscan.

—Sabes que Azura maneja el tiempo. —Es la voz de la princesa Tai—. Y yo la mente y la razón. Al ver tu transformación y al saber que sería incontrolable decidimos actuar. Creamos un futuro alternativo de lo que sucedería si no logras controlar tu poder y tu furia. Detuvimos la muerte de Shinshi, solo eso. Aniquilarlo de esa manera te condenaría a la cárcel de la eternidad. Comprendemos que ellos fueron los causantes de la muerte de tu familia pero nunca el camino es una venganza sanguinaria y no protegerás de esta manera a las almas. Lo que te sucedió es la transformación que por siglos esperábamos: es la aparición del guardián legendario, el único que tuviera dos almas conectadas por la sangre de Zor, sin embargo, alguien intervino sembrando oscuridad. En el momento en que Arniscan arrojó el manto de oscuridad que te transportó al centro del Jigoku, en el momento de tu viaje, sembró la semilla de la discordia y del engaño. Esa semilla es mortal para todos los seres, excepto para el guardián legendario. Por esa razón, Arniscan, se dio cuenta antes que tú eras el elegido, él que podrá fin a esta batalla. ¡Mírate! —exclama molesta—. No eres quien tu madre quería que fueras.

—¡TÚ NO SABES NADA! —grito mirando mi rostro, parece pálido, hundido en una furia incontrolable—. Hablan de empatía, de honor y sabiduría, y lo único que hicieron fue eso, solo hablar. Dejándome solo batallando contra todos los que buscaban acabar con mi vida. Hablan del sacrificio que hizo mi familia al morir... No hay nada digno en sus muertes... ¡NADA! —grito dándome vuelta para mirarlas a ambas a los ojos—. No quiero escucharlas más, quiero ir detrás del Shinshi de la deshonestidad y Arniscan, para arrancarles los corazones.

—No dejaremos que te vayas, no hasta que te quites del corazón la semilla de la discordia y del engaño. No estas actuando y pensando con claridad; es el mal hablando por ti. Nosotras también perdimos a nuestras familias y has visto con tus propios ojos lo que le sucedió a Azura. Y hemos prometido en el juramento sagrado en las montañas en frente a la reina Miru, que te protegeríamos con nuestras vidas. No tengo tiempo para explicarte todo lo que aún desconoces, pero prometo hacerlo.

»El tatuaje que se dibujó en tu pecho es el símbolo perfecto de tu destino, pero no podrás comprenderlo hasta que no estés curado. No puedo prometerte que dejarás de sufrir, porque cada vez que veas los rostros de los culpables querrás aniquilarlos. Solo te ruego paciencia y que vuelvas a confiar en nosotras, y podrás, cuando estés sanado, ver el camino con más nitidez. La verdad no siempre es la primera que aparece, a veces, las mentiras son las que tienen las garras más grandes y se entierran con más facilidad en la mente, haciéndonos creer que vivimos en un mundo infectado de sombras y engaños.

—¡NO IRÉ A NINGÚN LUGAR! —Muevo mi cabeza de un lado a otro, quiero golpearlas, hacerlas callar. Sus palabras son vacías, son solo un caramelo para un estomago que gruñe de hambre, una pequeña gota en el océano.

—Es tarde —indica Azura mirándome con preocupación.

—Aún no Azura, aún puedo lograrlo —la princesa Tai le agarra la mano.

—No lo creo —niega insegura Azura.

—Escúchame Luke tienes que ir a donde yace la flor gigante Kaprá, su néctar te curará pero se encuentra dentro del panal de las abejas más peligrosas y asesinas del mundo de los sueños.

El guardián y el mundo de los sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora