GÉNESIS: DESPUÉS DE LA OSCURIDAD

EL EMBLEMA PERDIDO

Tres días después...

— Vamos Sandler ¿Tan débil eres? — Dice Jessica con el cabello sostenido con su típica coleta y vestida con ropa deportiva. Ambos estaban en un campo abierto entrenando.

— Maldición, esto es una mierda, no estás agotada ni un poco. —

— No obstante tú pareces como si un humano corrió mucho, tu condición es lamentable. —

— A este idiota le costará mucho trabajo alcanzar el nivel que ahora tenemos. — Dice Johan sentado bajo un árbol compartiendo su sombra con Jessy y Sakurei.

— ¡Vamos Sandler! ¡Acaba con esa presumida! — Le grita Sakurei.

— Esto no es una competencia querida amiga. — Le responde Jessy.

— No emplees esa palabra conmigo Jessy, no soy tu amiga. —

— Solo es un decir ¿Qué haría el si le enfrentamos los cuatro al mismo tiempo? — Pregunta Jessy pero los otros no dijeron nada aunque ella ya sabía la respuesta.

Luego de varias horas de un penoso entrenamiento, contra cada uno de ellos donde Sandler fue humillado, vuelven a casa para ya relajarse, puesto que tenían varios días en sesión, Sakurei fue por algo de comer y al llegar a casa con la comida, nota que un par de humanos se acercaban a la misma casa.

— ¿Puedo ayudarles? Pregunta ella. —

— Buscamos a Sandler ¿Le conoces? — Dice una chica colegiala de cabello castaño acompañada de un chico vestido también con un uniforme escolar.

— Si, él vive aquí ¿Quién le busca? —

— Somos amigos de él, venimos a ver porque no ha ido al colegio, ha faltado ya dos días, yo soy Kay Sushito y ella es Nao Ishitawa. —

La arcángel solo se les queda mirando unos segundos sin pronunciar palabra alguna, hasta que dice que esperen fuera mientras va a ver si está disponible.

— Que atractiva ¿Quién será? —

— Tú como siempre Kay, pero es cierto ¿Quién es ella? No le había visto antes, conozco al menos de vista a los otros pero ella no. —

— ¿¡En que demonios estás pensando Jessica!? — Se escucha una enfurecida voz masculina desde el interior de la casa.

— ¿Pero que carajos? ¿Quién grita? — Pregunta Kay.

En eso, sale por la puerta la desconocida quien les hace una seña de que pueden entrar, a lo que acceden, entran y se dirigen a la sala donde yacían los cinco miembros.

— Será mejor que te calles Johan, te lo explicaré después. — Le dice Jessica.

— Kay, Nao ¿Qué hacen aquí? — Les dice Sandler quien les mira entrando.

— Venimos a ver porque no has ido a la escuela, pensamos que habías muerto hace ya tres días contra ese demonio que persiguieron. —

— No, de hecho... —

— Cállate Sandler, eso no les incumbe a esos humanos. — Interviene Johan.

— Eres muy simpático... — Dice Nao.

— Johan Kessler, niña. —

— Bueno, ya que este se ha presentado como es debido, creo que a nosotros nos corresponde haber lo propio. — Propone Jessica y todos acceden.

En el sitio hay siete personas, de las cuales son cinco arcángeles y dos humanos donde hubo un breve momento de tensión porque Nao sabía que no estaban en un lugar precisamente relajado aunque eso no le intimida, su expresión es firme.