SE ACABA EL DINERO

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— Maldición, ya son tres los arcángeles... solo puedo sentir sus energías... si tan solo supiera donde están... tengo que encontrarles y matarlos ahora que aún son débiles. Por el momento me iré a descansar para después encontrarlos y no tenerles piedad. — Piensa en voz alta un demonio que estaba devorando el bebé de una mujer de siete meses de embarazo, quien ya estaba muerta. Posteriormente, el demonio se marcha volando en la oscuridad de la noche.

Por la mañana, Jessica mira las noticias en el periódico.

— Esto es malo, seguimos sufriendo los estragos de la crisis cibernética que estuvo en los años de oscuridad, las conexiones aún son inestables y vulnerables. —

— Si, si esto continua, es posible que el Internet no se recupere del todo, y no lo concibo ¿Cuánto más tardará esto? — Responde Jessy mientras está contando dinero en la mesa de comedor.

En eso, la puerta de entrada se abre, ambas voltean a ver de quien se trataba, era Sandler quien estaba entrando con una extraña expresión.

— ¿Sandler? — Dice Jessica mientras deja el periódico y se levanta del sillón.

— ¿Qué haces aquí? Se supone que debes estar trabajando. — Dice Jessy mientras también se levanta.

— ¡Maldita sea! — Grita mientras se quita la gorra que llevaba puesta y la arroja golpeando a Jessy en el rostro.

— ¿Qué te ocurre Sandler? — Pregunta Jessica.

— Sucede que perdí el empleo Jessica. — Responde Sandler molesto.

— Relájate Sandler te estás alterando, no es el fin del mundo, hay solución para todo. — Menciona Jessy.

— Mierda ¿Cómo puedo relajarme Jessy? ¡He perdido mi único sustento y no tengo ahorros! — Le grita Sandler.

— Un momento... ¿Y eso? — Se interrumpe, ya que vio bastante dinero en la mesa.

— Ya lo viste, este es el dinero que Jessica y yo hemos obtenido en nuestro viaje. Nos hemos sustentado con esto. — Responde Jessy.

— Por eso te dije que te relajaras, y por cierto... ¿Cuánto nos queda? — Le pregunta Jessica a Jessy.

— No mucho, tenemos al menos para un par de semanas más. —

— Oigan, un momento, llevamos viviendo juntos ya un mes y yo no sabía como sobrevivían ustedes. Cuando les preguntaba al respecto, me cambiaban de tema, así que creo que es momento de que me lo digan ya. — Dice Sandler.

— Bueno, creo que ya es hora de decírtelo. — Menciona Jessica mientras se acerca a la mesa donde está el dinero. — Lo que hacemos es simple, robamos bancos. — Responde con naturalidad sonriendo.

— ¿Eso es todo? Solo roban bancos, me lo hubieran dicho y ya... ¿Qué? ¿Roban bancos? — Dice Sandler con una tardía reacción de asombro.

— ¿Sucede algo? — Pregunta Jessica, viendo como cambia la expresión de Sandler.

— ¡No te hagas la tonta conmigo! Sabes bien el porqué de mi reacción. — Le grita Sandler molesto mientras se acerca a ella.

— Está bien Sandler si lo sé, pero no te pongas así, si robamos bancos pero es durante la noche, no agredimos ni lastimamos a nadie. — Le responde Jessica.

— Eso no quita la gravedad del asunto, se supone que tenemos prohibido utilizar nuestros poderes para beneficio propio. — Continúa gritando Sandler, entonces Jessy se molesta.

— ¿Y como esperas que sobrevivamos boludo de mierda? No podemos trabajar porque hemos viajado por todo el mundo. —

— No exageres, no han ido por todo el mundo, además, hay formas de obtener dinero sin necesidad de robar, lo que pasa es que no ponen la cabeza a trabajar. — Responde Sandler aún molesto, mientras les da la espalda. Jessy se cruza de brazos, y estando de mal humor por las palabras de Sandler, le responde.

GÉNESIS: DESPUÉS DE LA OSCURIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora