GÉNESIS: DESPUÉS DE LA OSCURIDAD

LAS APARIENCIAS ENGAÑAN

Siete días después.

— A ver, ustedes dos no saben llevar a cabo algunas actividades que saben hacer los humanos como es el caso de cocinar ¿Y quieren aprender eso se mí? — Le pregunta Jessica a Sandler y a Jessy. — *Suspiro* Me halaga, pero eso no es necesario, por el simple hecho de que nosotros como arcángeles no tenemos necesidad de alimentarnos tan a menudo, basta con hacerlo una vez al día ¿Por qué habría de aprender algo tan trivial? Es suficiente comer algo de la calle, lo que sea. En fin, si quieren eso entonces lo haremos en nuestro tiempo libre como ahora. Ambos son malos cocinado, tú Sandler no sabes medir tiempo, casi siempre se te quema la comida, mientras tú Jessy haces la comida mortal ya que la dejas muy salada o preparas mal los ingredientes, nunca la pruebas antes. —

—Jeje Jessica es mejor que nosotros hasta en la cocina. — Dice Sandler.

Luego de tres horas, ambos arcángeles quedan fastidiados por la sesión, deciden ya dejarlo por ahora.

— No avanzaron nada. A ver cuándo me dan ganas de volver a enseñarles. — Dice Jessica.

Es en eso que la puerta de entrada de abre con violencia, los tres se alertan por eso así que van a ver y es cuando miran a Johan tirando en el umbral severamente herido, moretones por todos lados y muy sucio.

— ¡Johan! — Grita Jessica alarmada mientras le ayuda a incorporarse. — ¿¡Qué te pasa!?—

—Je... Jessica... Tenemos problemas. — Responde con dificultad hasta sucumbir.

Luego de una hora, finalmente despierta. Los cuatro están ante él.

— Johan ¿Se puede saber que te pasó? — Le pregunta la líder.

Él mira a los asistentes, la chica de negro, la bipolar, la pelirosada y el flacucho. Luego se mira a sí mismo y nota que está vendado en proceso de recuperación.

— ¡Johan! —

— Ya te escuché Jessica, no necesitar gritar. Solo me estaba adaptando al entorno. —

— ¿Qué te pasó? Dijiste que estamos en problemas. —

— Y no miento, hace poco más de una semana, más concretamente esa noche que llovió mucho fui a determinar el origen de una extraña manifestación energética allá en el valle donde están entrenando al perdedor. Me encontré con un arcángel. —

— ¿¡Qué, un arcángel!? — Reitera Sakurei.

— Si, luchamos juntos contra un grupo de sombras que pudimos vencer, nos presentamos aunque no tuve oportunidad de preguntarle su nombre, incluyendo el hecho de que me mostró el emblema pero debido a la oscuridad no pude distinguirlo ni a él ni al emblema. —

— ¿Él? Se trata de un hombre. — Afirma ahora Sandler.

— No tuve oportunidad de preguntarle varias cosas porque en ese momento hubo un estruendo que nos alteró. Salió una enorme cosa desde debajo de la tierra, no pude saber su forma pero si su tamaño, éste era colosal, como el de un globo aerostático, era enorme. Ambos luchamos con la poca energía que nos quedaba, tuvimos muchos problemas así que con indicaciones de ese sujeto logré vencer aunque no de la mejor forma. Fui embestido para después ser devorado, fue que utilice la energía acumulada en la gema de fuego para estallar desde dentro, esa era mi única oportunidad, si fallaba irremediablemente hubiera muerto y como te puedes dar cuenta, pude sobrevivir pero debido a eso, perdí de vista al nuevo aliado. —

— Vaya, yo pensé por un momento que habías decidido esperar dentro hasta que te cagara, pues con eso de que no habías aparecido en más de la semana... — Dice Sakurei.