GÉNESIS: DESPUÉS DE LA OSCURIDAD

NIEVE EN VERANO

Es martes, en esta semana el viernes se entregan los certificados y el sábado se entrega el diploma en la fiesta de graduación, pero eso no era lo que ocupaba la mente de Sandler, sino algo más serio en comparación y ese era el inminente ataque de Zeta gracias a lo que Blue le dijo unos días antes, lo cual consiste en que ella es la única reclutada que le queda, así que ambos vendrán algún día para poner fin a esto porque si quieres que algo se haga bien, tienes que hacerlo tú. Él perdió la paciencia pues no puede creer que todos sus demonios hayan muerto cuando pasó eso solo con dos arcángeles, así que ha decidido ir personalmente. Sandler le preguntó cuando puede pasar eso y Blue dijo que pronto para después marcharse.

Los arcángeles estaban al pendiente de la situación, casi como patrullando la zona en la espera de que aparezca su primer auténtico objetivo, uno de los jueces del Xibalba, pero este no aparecía desde la advertencia de Blue. Llega el miércoles y Sandler decide levantarse temprano para asistir a la escuela como penúltimo día antes de tomar el certificado, pero al levantarse nota algo extraño al mirar por la ventana y baja a la cocina para desayunar algo, es ahí donde se encuentra a Aurora, pero en paños menores.

— Hola Aurora. —

— Hola Sandler ¿Irás a la escuela? —

— Si ¿Eh? ¿Por qué andas así por la casa? —

— Bueno no pensé que fueras a despertar a esta hora... ¿Qué? ¿Te incomoda? ¿Te excito? —

— ¿Qué? Esa pregunta es atrevida. — Dice Sandler, pero luego piensa que tiene razón pues empieza a sentir una erección al verla con esa ajustada lencería de encaje negro.

— ¿Entonces? —

— ¿Realmente esperas que responda? —

— Claro. — Espera ella, pero Sandler no iba a decir la verdad.

— Solo me causaste una impresión inesperada al verte así de repente ¿A dónde quieres llegar? —

— Eh no... a ningún lado. —

— Bueno... por cierto, hay algo extraño aquí. —

— ¿Algo extraño? —

— Si afuera, está nevando. —

— ¿Qué cosa? — Pregunta ella y al asomarse por la ventana ve el inusual fenómeno. — ¿Que carajos? Pero estamos en pleno verano ¿Cómo es posible eso? —

En eso ambos van a la sala de estar para encender la televisión en las noticias. Ahí describían el hecho donde solo hacen conjeturas pues no hay condiciones climatológicas para provocarlo.

— ¿Tampoco saben algo? — Pregunta Aurora.

— Como la tecnología aún está en proceso de recuperación, no se han reconectado todos los satélites en órbita. Continuaré escuchándolo en la radio, iré a hacerme unos panqueques ¿Quieres? —

— Sólo procura que no se te quemen esta vez, yo mientras me pondré algo de ropa. —

— Por favor. —

Aurora sube a la habitación y busca algo adecuado, pero en eso se detiene para pensar.

— Maldición, ni a Sandler... prometí a Jessica restarle importancia a ese asunto, pero en realidad no puedo... debo esperar hasta que alguien se interese por mí, dejar de obsesionarme y de hacer estupideces porque si sigo haciendo algo como esto, lo único que voy a lograr es que sea violada en lugar de parecer atractiva para alguien. Recuerdo que antes de que se rompiera mi cuerpo, tenía al menos un pretendiente ¿Y ahora...? —

— Maldición Aurora ¿Por qué haces eso? Me estaban dando ganas de atacarte, darte con todo sin importar que estuviésemos en la cocina. — Piensa él mientras hace el desayuno, pero gracias a eso, se le queman dos panqueques que están esperando a ser volteados.