GÉNESIS: DESPUÉS DE LA OSCURIDAD

ASUNTOS

— ¡No! ¡No hijo mío! — Gritaba la mujer desconsolada al ver el cuerpo de su retoño mientras su marido no decía nada debido al impacto de la noticia.

— Lamento que haya terminado así señores, no se pudo hacer nada. Pero antes de que apunten culpables, permítanme decir que el asesino de su hijo fue detenido, más concretamente fue abatido con varios tiros. — Responde un extraño con apariencia infantil de cabello plateado y ojos rojos.

— Lo mataron... ¿Y eso en que me consuela niño? —

— No intento ofrecerles consuelo. —

— Sabía que esto iba a pasar, pero no quería aceptarlo. Malditos arcángeles, Dark me los mencionaba con frecuencia, él sólo quería vivir en paz como nosotros, pero llegaron esos hijos de su puta madre con el único fin de hacerlo luchar y matarlo ¡Malditos, no se los voy a perdonar nunca! — Decía la madre del occiso furiosa luego de llorar.

— ¿Por qué tuvo que pasar? Maldición, debí haber hecho más para evitarlo. — Dice ahora el padre comenzando a llorar.

— El hubiera no existe, pero para el caso que nos ocupa yo puedo remediarlo. —

— ¡No juegues conmigo maldito chiquillo! ¿Cómo alguien como tú podría reparar este daño? —

— Jajaja Revivirlo. —

— ¡No te burles de nosotros! — Dice el hombre ofendido que toma al niño por la camisa negra que lleva, listo para darle un certero puñetazo en el rostro, pero su esposa le detiene.

— Dígame señor ¿Se ha preguntado cómo su servidor pudo proceder a tomar un cuerpo inerte cuyo peso le dobla, bajar de una extensión de tierra de ocho hectáreas a más de trece mil pies de altura y traerlo hasta aquí? — Dice el niño y el hombre queda intrigado.

— ¿Quién eres tú? — Pregunta soltándolo.

— Mi nombre no importa ahora, pero eso si, yo soy un ángel. —

— ¿¡Un ángel!? — Dice la mujer asustada.

— No se alarme señora, usted no es mi enemiga. —

— ¿Dices que puedes revivir a mi hijo? ¿Lo dices en serio? —

— Claro que hablo en serio. —

— Espera. — Interviene el marido. — No creo que tú vengas de buena ondita para devolverle la vida a nuestro hijo considerando que él es un demonio, seguramente vas a querer algo a cambio. —

— Jeje por supuesto. —

— Lo que sea con tal de que abra los ojos de nuevo. — Pide la mujer.

— Está bien, fui enviado aquí porque en un futuro voy a necesitar de Dark. Él debe seguir luchando pues su misión de matar a los arcángeles de los que tanto ha estado hablando no ha sido cumplida y mientras eso no ocurra tendrá que seguir en combate, pues las únicas formas en que deje este objetivo es que lo cumpla como pretende ser, que él muera de nuevo o que entremos en una etapa de paz entre las partes involucradas, aunque dudo que esto último ocurra. Lo reviviré ahora, me lo llevaré a la segunda esfera, estará allá por once meses, volverá, retomará su vida y cuando lo requiera, me acompañará con el resto del grupo a donde tengamos que ir sin objeciones. Esto se debe cumplir al pie de la letra o yo mismo le quitaré la vida que le devolveré, tal y como se me indicó. —

— ¿Tú no eres líder de este movimiento? — Pregunta el marido.

— No, y no me pregunten sobre la identidad de quien me envía. Eso es confidencial, ya díganme ¿Le devuelvo la vida teniendo en cuenta las presentadas condiciones? —