LUCES EN EL CIELO

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— Esto no me gusta. Este sujeto luce peligroso y estoy sola, porque Kay no es de gran ayuda. — Piensa la pelirosada.

— Sakurei ayuda a Sandler, yo haré lo posible para detenerlo. — Dice Kay.

— ¿¡Pero que dices Kay!? Tú no das el ancho para algo como eso. —

— Y nunca lo haré si me lo siguen impidiendo ¡Hazlo! —

Sakurei le dejó entonces para acercarse a Sandler y proceder a curarlo con la gema que al final, él la tiene. Tomó la gema para crear una capa de agua que pone sobre todo el abdomen de su amigo estando al pendiente de lo que pueda pasar, es en eso que Sandler en pésimo estado le llama la atención a su amiga sobre el que le había pedido que no intervenga pero ella le responde que ya no es momento para eso pues ahora hay algo más importante entre manos señalando al demonio de casi tres metros de altura de forma humana, tez clara, ojos negros, y musculoso con una barba de candado, dando la imagen de un soldado.

— ¿Quién es ese sujeto? — Pregunta Sakurei.

— Su energía es alta, debe ser Den, uno de los demonios de Zeta. — Interviene Dark que no puede ver al mencionado.

— ¿Será? Si es el caso entonces esto no es bueno, solo estamos Kay y yo, nos hará cagada. —

— ¡Dark, resiste! — Dice Nao tomándolo en sus brazos.

— ¿Eres tú Nao? Estás preocupada por mí... que alegría me da, si me aprecias. —

— Tengo que quitarte eso, espera. — Responde la colegiala para tomar el rayo de luz, pero no puede, es totalmente intangible, su mano sólo le atraviesa. — ¿Qué? No puedo tocarlo ¡Dark no puedo tomarlo! ¡No puede ser! ¿¡Sandler que has hecho!? —

— Duele mucho... se está expandiendo en mi cuerpo y perfora mi corazón... estoy muriendo... al menos lo ultimo que veré... será tu bello rostro. — Dice agonizante tocando su mejilla.

— ¡No digas eso! Debo hacer algo ¡No voy a dejarte morir! — Responde ella tomando la mano del demonio que le tocó.

— ¿Tú, un arcángel sustituto se pondrá frente a mi? Ja, no me hagas reír. —

— Debo hacerlo, Sandler no morirá ahora y debo impedirlo. — Responde Kay para ir hacia él.

El sustituto va hacia el imponente sujeto con la firme intención de atacarlo, asesta un golpe en el rostro para expulsarlo del sitio y alejarlo de Sandler que está siendo curado por Sakurei, comienza a dar una multitud de ataques a los que el demonio no ponía ni las manos pues recibía todos y cada uno de ellos, tras todo ello le arroja energía luego de que el demonio quedó en el interior de uno de los tantos inmuebles abandonados en esa zona y la energía dio justo contra él provocando que la ruina cayera. Kay quedó sorprendido de si mismo al ver su desempeño y pensó que si no lo mata, al menos le habrá hecho el suficiente daño para tener una importante ventaja y poder concluir la batalla sin incidentes o problemas, pero en eso de todo ese polvo levantado se deja escuchar una risa cuyo origen es ese demonio que sale caminando mientras la nube de dispersa.

— ¿Qué? ¡No tienes ni un rasguño! ¿¡Quién eres tú!? —

— No soy un demonio cualquiera niño. Yo soy Den, la mano derecha del señor Zeta. —

— ¿Zeta? Esto no es bueno, pero no importa, debo luchar sin importar qué tenga que hacer. —

— Ya veremos eso. — Responde para luego lanzarse hacia él.

Kay estaba ya listo para un contraataque, pero es interceptado por el enemigo al detenerlo como si se hubiera estrellado contra una pared, tomarlo del rostro, ser azotado en pavimento y pisado varias veces hasta poder enterrarlo parcialmente. Kay se levanta y esquiva un nuevo pisotón que podría haber sido el más fuerte de todos para luego apuntar con una de sus manos y disparar energía en su contra donde le da justo en el rostro que hace retroceder al demonio. Es así que el sustituto acude de inmediato para continuar sus ataques que no fueron muy efectivos porque Den bloqueó casi todos y el único que pudo asestar no le hizo ningún daño. Ambos estuvieron intercambiando golpes pero lo único que lograban era haber que sus puños se encontrarán en el camino; Kay intentó ahora con patadas pero seguía sin ser efectivo ya que una de éstas fue detenida, el demonio le golpeó tan fuerte en el rostro que terminó por tenderlo en el pavimento lleno de graba y escombros, entonces Den lo levantaba por uno de los pies hasta lo más alto y con fuerza lo azota contra el suelo una y otra vez repetía el movimiento sin que Kay lograra hacer algo para impedirlo.

GÉNESIS: DESPUÉS DE LA OSCURIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora