GÉNESIS: DESPUÉS DE LA OSCURIDAD

LA OSCURIDAD DE LA NOCHE

Es una noche lluviosa, Johan se percata de un extraño resplandor a lo lejos, así que sube al inmueble más alto de la zona para poder determinar el origen de ese resplandor, ya que al no ser normal un fenómeno como el que presenció, se vio obligado a acudir. Estando ya arriba, vio por el horizonte un grupo de rayos de tormenta, pero aquí lo inquietante es que dichos rayos emergían de la tierra hasta elevarse al cielo, así que sin dudarlo se desplazó sin molestarse en dar aviso a los otros, ya que él no estaba en casa en ese momento.

Llegando al epicentro de la extraña manifestación, vio que es el valle donde Sandler ha estado entrenado. Vio a alguien luchando contra varias sombras que con dificultad retrocedían, así que no lo pensó y fue a intervenir asestando una patada a una que se acercaba desde atrás.

— ¿Qué demonios haces aquí niño? ¡Largo! — Se escucha una voz masculina. Johan no podía ver el portador de esa voz debido a la oscuridad del valle y al estar alerta por las sombras que no ceden a sus ataques.

— De ninguna manera, has sufrido una baja de energía, no podrás solo contra estas sombras. — Responde Johan mientras repele los ataques.

— ¿Qué cosa? ¿Qué eres tú? —

— ¿No parece? Soy un arcángel, sigamos luchando y después nos damos un apretón de manos. —

Fue así que continuaron la batalla totalmente concentrados, ya que esta estaba siendo complicada debido al constante golpeteo de las gotas de la lluvia en el rostro de ambos sujetos, la profunda oscuridad ya que las luces de la ciudad estaban tan lejos que no alcanzaban el valle, las sombras se confundían con el entorno y consideraba no arrojar energía ya que es posible que en lugar de poder asestar al lugar indicado, este podía seguir su camino como bala perdida y eso creía una desventaja o incluso algo fatal. Johan supone que el misterioso sujeto con quien está ahora peleando a su lado, no lo hace por eso.

Cuando un ataque acertaba en su contra, podía notar que sus agresores tienen garras muy afiladas ya que sentía cortes en su piel, extensiones con textura viscosa como si fuesen tentáculos, masas muy duras como rocas, sensaciones peludas como melenas que se podían sentir a pesar de la lluvia principalmente. Johan comenzaba a desesperarse por no lograr concretar la mitad de sus golpes que terminaban en el aire, así que decidió crear una bola de luz como ya lo había hecho antes y dejarla suspendida unos metros arriba como si fuese una especie de lámpara, pero apenas unos segundos después de haberlo hecho, una de esas sombras que logró notarse con la forma de un licántropo y por un descuido de su parte, se estrelló contra esa lámpara improvisada dejando el entorno nuevamente sumergido en las penumbras, Johan no podía creer la estupidez del demonio que fue liquidado al instante, así que no tuvo más opción que reiniciar sus contraataques en plena oscuridad.

Finalmente la batalla ha concluido ya que se dio cuenta que los ataques se han detenido luego de que él lanzara un golpe con puño cerrado que envió a la sombra a un lugar donde escuchó cómo partía una enorme roca en dos sin saber la distancia del objeto. Finalmente se sienta en el pasto, ignorando la lluvia que no cedía. En eso y a pesar del ruido provocado por la misma, escucha unos pasos acercándose a él.

— ¿Estás bien niño? —

— No me llames así, muestra tu emblema. — Dice Johan mientras hace lo propio sin saber si el sujeto que le acompaña pueda verlo.

— Si, eres un arcángel. — Responde mientras saca su emblema. Johan no puede verlo con claridad pero puede notar su silueta, era una "X".

— Así que puedes verlo. —

— Lo veo perfectamente y también a ti, eres un chico rubio, te calculo una edad de dieciocho. —

Johan queda medianamente sorprendido por lo que el misterioso sujeto le dice a pesar de la oscuridad, le describió bien, como si estuvieran en plena luz.