capitulo VIII

237 18 1
                                    

(Narrador)

Ya habían pasado cuatro días de aquella comida "incómoda" que había tenido Shun, con el bartender que lo estuvo cuidando. Aunque no estaba muy de acuerdo en seguir el contacto con el, pero al darse cuenta que tenían algunas cosas en común, despertó curiosidad en Shun.

Le gustaba hablar con el, de ciertas cosas que tenían en común, igual se dio cuenta que aquel chico rubio, no era tan "frío" como se veía, solo era un fachada, pues en realidad era muy amigable.

Solo hablaban en los tiempos libres de ambos, y aunque ninguno lo aceptara, les gustaba hablar con el otro.

Seiya:ya deja ese teléfono y ponme atención -dijo haciendo un puchero-.

Ikki:déjalo, esta hablando con su novio.

Shun:¡que no es mi novio! -dijo molesto-.

Seiya:pues parece, desde ayer le prestas más atención a el que a mi.

Pandora:crei que dijiste que no ibas a hablar con el.

Shun:yo dije, que iba a intentar no hablar con el.

Ikki:¿y la diferencia es?.

Seiya:que si lo intentas fallas y el fallo.

Pandora:que lindo que empiecen a hablar, así puede que se conozcan un poco más y ser amigos.

Seiya:o algo más.

Shun:imposible que seamos más que amigos, el es hetero y yo no se ni que me gusta.

Pandora:nunca sabes que puede pasar.

Termino su hora libre, y se fueron a clases. Pasaron un par de días, osea que, ya era sábado. Shun estaba en su cuarto, haciendo tarea mientras escuchaba música.

Cuando estaba por terminar la tarea, se escucho el sonido de su teléfono, era un mensaje de Hyoga, que decía: "hola, que te parce si vamos a comer a algún lugar? yo invitó".

Shun iba a negar la propuesta del rubio, pero no tenía nada mejor que hacer, su hermano estaba con su novia en el cine, así que probablemente no llegaría a dormir, y su amigo había salido de la ciudad con su hermana, y no volvería hasta el otro día en la noche.

Al final aceptó ir, se apuro a terminar su tarea y se cambió de ropa. Quedó de verse con hyoga en un parque.

Fue camino al parque y no tuvo que esperar mucho para ver a Hyoga.

Hyoga:¿que tal jovencito?.

Shun se quedó viendo unos segundos el atuendo del rubio, llevaba pantalones de mezclilla, rotos de la parte de las rodillas, y una camisa sin mangas, que le quedaba muy bien.

Hyoga:ey, Shun -decía mientras movía una de sus manos frente la cara de Shun-

Shun:te... te ves bien.

Hyoga:gracias, aunque tu luces mucho mejor que yo, y además, te vez muy tierno, quien diría que alguien tan lindo y tierno como tu, queria secuetrarme la misma noche que me conoció.

Shun:e en mi defensa, estaba bajo los efectos del alcohol -jugaba con sus dedos y miraba hacia abajo, mientras decía esto-.

Hyoga:me vas a matar de ternura, pero, ¿porque no mejor vamos a comer?, podemos ir por ramen o si no tienes mucha ambre, podemos pasar a una tienda donde vendan postres, y compramos algo.

Shun:la idea del postre... suena... suena bien -hablaba en un tono bajo-.

Hyoga:claro, vamos a un lugar que quizá te guste, los postres son buenos y un poco baratos.

Compraron algunas rebanadas de pastel, y pan dulce recien horneado.

Hyoga compró para llevarle a Issac, Camus y Milo, y además le compró algunas cosas demás a Shun, para que le llevará a su hermano y sus amigos.

Fueron al parque del comienzo, se sentaron en bancas, y mientras hablaban comían, y algunas risas se escuchaban en su conversación.

Así estuvieron hasta que llegaron las siete de la concha, Hyoga tenía que ir a trabajar, pero antes, paso a dejar a Shun.

Shun:gracias por la comida, me divertí mucho.

Hyoga:no hay problema, espero que podamos salir el siguiente fin de semana, y volver a divertirnos como hoy.

Shun:claro, nos vemos.

Hyoga:hasta luego.

Al terminar de despedirse, Hyoga fue a su casa, dejó lo que había comprado y en una mochila, acomodo su uniforme de trabajo.

Milo:¿donde estuviste toda la tarde?.

Hyoga:fui a comer con un amigo, por cierto, les deje algo de pan y rebanadas de pastel en la cocina.

Milo:¿amigo?, no será aquel chico peli-verde del que nos habló Isaac.

Hyoga:de echo, lo ví al el.

Milo:con razón te ves feliz, y compraste comida dulce, algo que es raro en ti.

Isaac:aleluya llegas de tu cita, vámonos antes de que se nos haga tarde -dijo entrando a la sala-.

Hyoga:no era una cita, y si, ya vámonos. Pero antes, ¿y Camus?.

Milo:durmiendo, dijo que le dolía la cabeza.

Hyoga:si se despierta y aún le duele, tengo aspirinas en mi cuarto.

Milo:claro, si le duele le doy una.

Isaac:si, si, vámonos.

Isaac y Hyoga se fueron a trabajar. Mientras que en otra casa, Shun ya estaba dandoce una ducha para meterse a la cama, no sin antes dejarle un mensaje de buenas noches a Hyoga, y volver a agradecerle por la gran tarde que habían pasado.

Eres TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora