Amor Digital. Next Order.

Capítulo 05

Tardo unos segundos en darse cuenta que el campo de fuerza no estaba activado en absoluto y otros segundos más en percatarse de lo que me había ocurrido principalmente en la cara y los ojos y tal como si fuera ella mi esposa, se acercó peligrosamente para verme la cara y principalmente los ojos con notable preocupación y angustia.

—Arthur... ¿qué te paso? —Pregunto perdida en mis inquietantemente atrayentes ojos.

—Estuve a casi nada de citar a Cierta Doggo: "Oh I'm Dead. Thank You Forever."

— ¿Qué?

No entendió la referencia.

—Casi me muero... el día que vine a verte, paso algo, y casi muero debido a cierto encuentro fatídico.

La sorpresa y preocupación en su cara fueron más que obvias, pero como si fuera un ídolo o algo así, cada vez que intentaba tocarme se acobardaba y solo me miraba.

— ¿Qué fue lo que paso?

—Siéntate en tu silla y te lo diré.

No desobedeció, pero no fue tampoco estúpida, tomo la silla y la puso casi encima mío para para verme mientras trataba de contener su propia emoción y felicidad la cual se reflejaba claramente en su cara.

—Ese día...

Le explique tal cual lo que paso, no gano ni pierdo anda al contarle las cosas como pasaron, seguido de lo que me afecto a mí, y lo que sufrí por esos días, dando como resultado la cara que podía ver ahora, la cara de una Arthur un tanto mayor.

—Y eso fue paso, y término en lo que puedes ver de mí ahora, los cambios físicos de mi cara y de mi pelo.

—...

—La única razón por la que vine a verte, es porque necesito que me digas exactamente qué fue lo que viste en ese sueño, sé que sabes más de lo que aparentas, pero no me lo dijiste todo para tener una excusa de que viniera a verte, y aquí me tienes, ahora escúpelo.

Una gran sonrisa apareció en sus labios, confirmando así lo que ya yo suponía, y solo la vi levantarse de nuevo para dar un par de pasos y sentarse en mis piernas dándome el frente sin ningún pudor.

—No te pases de lista. –—Advertí al hacer un gesto a una de las tantas cámaras ocultas para que nadie se volviera loco y le dispararan.

—Te lo diré solo con una condición Arthur.

— ¿Qué?

—Dame un beso.

—No.

—Tehehe que lindo, lo dices como si tuvieras otra opción. Si no me das un beso, no te diré nada, tan siempre como eso. Yo no pierdo anda, en cambio tú, por otro lado te iras sin nada.

Joder... ¿qué hago?, de verdad no quiero tener que besarla, de verdad no quiero tener que hacerlo.

—Primero. Dame una certeza de lo que me dirás vale la pena.

—... Este mundo y otros iban a un inminente choque, ambos mundos devastarían al otro y...

— ¿Y?

—Ya sabes lo que tienes que hacer si quieres lo que sigue.

Maldita sea... Ahh en serio no quiero que hacerlo, pero es por un bien mayor, es por tus hijas y tu esposa, es para asegurar el futuro de todas ellas.

Me tomo más de lo que creí reunir coraje, solo para ver a la loca sentada en mis piernas con expresión de absoluta felicidad.

—De acuerdo.