En cuanto vi eso sentí un miedo increíble por lo que Tessa podría llegar a hacer. Pero si no tenía cuidado, ella solo jalaría ese gatillo, y la poca familia que me quedaba se haría aún más pequeña.
Ella me sintió seguramente. Me miro con amargura y dolor al percatarse de que estaba allí.
— ¿¡Qué haces aquí!? —Grito en medio de su llanto. — ¡Déjame sola, déjame matarme en paz!
—Pero Tessa.
— ¡Déjame sola! ¡Quiero acabar con todo este sufrimiento de una vez, me quiero ir a donde están Papá y Mamá! ¡No soporto más estar aquí!
Por más fuerte que fuese su sufrimiento, simplemente no podía apretar el gatillo, ya fuera su propio miedo o algo más impidiendo que acabara con su propia vida.
Sin saber qué hacer, y con miedo de perder una de las cosas que más amaron Arthur y Rena, en ese momento, un recuerdo llego a mí, un recuerdo de algo que podía hacer, y si tenía suerte, ayudaría.
Una canción que Arthur aprendió a tocar en guitarra solo para ella, una canción que le cantaba al estar al lado de su cuna, una canción que murmuraba al verla dormir, una canción que iba con todo el amor que le podía tener a su hija, y al recordar la letra solo la deje salir con un voz de arrullo.
—"Cuando la nena quiera caminar, se eche a andar y se caiga al tropezar, se tiene que levantar porque así mejora, la nena sigue avanzando, la nena no llora. Cuando en el jardín otro chiquilín le saque un juguete, la empuje, le tire del pelo y la apriete. Y ella no interprete esa actitud invasora, la nena se defiende, la nena no llora. Cuando se rían de ella por no actuar igual que otra gente, por pensar diferente y ser abierta de mente, y ellos desprecien lo que ella valora. La nena los ignora, la nena no llora. No sé si irán al viento estas palabras, pero yo he escuchado al viento hablar. Cuando no tenga a nadie cerca, y el dolor no la deje pensar, y si no están mis ojos para buscar respuestas. No llora..."
Cante eso a capela, pero el sentimiento que transmitía aun así se sentía, mientras cantaba sentía algo oprimirme muy fuerte el corazón, como si fuera Arthur a mi lado cantando eso para su hija, y ahora más que nunca ella lo necesitaba.
Tessa reconoció esa canción, de eso estaba segura, y aun con todo por lo que pasaba me miro y escucho como cantaba y la miraba, llorando por ella.
Lo que aun reprimía lo dejo salir un gran llanto, y en el momento que vi que dejo el arma para abrazarse a sí misma fue en ese momento que me acerque a ella y la rodee con mis brazos contra mi pecho protectoramente.
Seguí cantando para ella mientras acariciaba su cabello y trataba de que se sintiera segura, ella respondió a eso con un amargo llanto mientras se aferraba a mí, al final lloro hasta quedarse dormida en mi pecho.
—Debiste aguantar mucho tu sola... pero llego un punto donde simplemente no pudiste más y esa represa se desbordo.
Siendo consciente de que ella tenía pensamientos suicidas, debía cuidarla, y procurar no dejarla sola.
Estaba tan cansada que se rindió por completo en mis brazos. Es me permitió tomarla y sacarla de allí antes de volar de regreso a casa y dejarla reposar en su cama, seguido de traer a la Doctora Nicole, y contarle sobre todo lo ocurrido y que ella la revisase.
—Esta mental y físicamente exhausta... —Comento al terminar de verla. —No me sorprendería que duerma por varios días.
— ¿Qué podemos hacer?
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Amor Digital. Next Order.
FanfictionLuego de muchos años de paz, el mundo esta a pie de entrada a a una terrible calamidad, una que cambiara el destino de todos los habitantes de esa tierra. Arthur junto a su familia deberán hacer todo lo posible para sobrevivir a ese nuevo orden. Ese...