"Ayer soñé que era un ave..."
Fueron las palabras que Sócrates Raven pensaba mientras viajaba por esa larga y aburrida carretera de Salisbury en dirección a Newton. No habían sido mas que acres interminables de árboles y vegetación.
- Me parece increíble que alguien a tu edad pueda ser llamado "Hacker" - murmura el conductor del no tan nuevo vehículo que le habían asignado en la agencia. Al menos el clima funcionaba y contaba con GPS. Al volante iba un hombre de alrededor de treinta años, gafas obscuras y cabello levantado. ¿Todavía se utiliza así el cabello? Posiblemente era una de las tres mil cosas que al menor no le importaban. Sonreía de una manera falsa pero intentaba sonar interesado para romper el aburrido hielo que se formó desde que ambos subieron al vehículo.Sócrates, el copiloto no mayor de catorce años ni hace el esfuerzo por voltear. Manteniendo su cansada mirada fija en un dispositivo móvil, el último regalo que recibió de su padre quien se volvió su inseparable compañero. Una conversación incompleta se mostraba en la pantalla pero el no escribía nada. No tenía los ánimos.
- Destino, Instituto Furukawa a dos kilómetros - murmura la voz de una mujer proveniente del mismo auto. - Área sólo para Esnas y seres detrás del Velo, se recomienda discreción - añade el GPS al momento que el color del mapa se torna azul. La figura de un edificio aparece de repente en el mapa no muy lejos de ahí.
- ¡Al fin! - exclama el hombre golpeando ligeramente el volante con emoción - ¡Estoy tan cansado de conducir! ¡Por algo es un internado y no una escuela de diario! - bufa el hombre con una sonrisa amplia mientras rasca un poco su barbudo mentón - O venir caminando todos los días. ¡Que locura!
No hubo respuesta nuevamente. Volteó de reojo para ver al chico mirando por la ventana. Al menos se había movido un poco.
- Deberías estar realmente feliz por venir aquí. No todos tienen la oportunidad de ingresar y dicen que la educación en este lugar esta de lujo! .
- Es una prisión - murmuró Sócrates casi para él mismo - No es un lujo... es una cárcel.
- Bueno si no hubieras ingresado al sistema de seguridad del Banco de Londres para desactivar la seguridad, posiblemente ya estuvieras dentro en otros términos. No culpes a la escuela, chico, mejor aprovecha que la Corte te está dando la oportunidad de pasar aquí tu condena.
- Tsk.. - Sócrates desvió la mirada hacia la ventana.
- ¿Puedes verlo? No debería ser difícil para tí...El menor voltea a la ventana del automóvil y comienza a percibir algo; sorprendido al ver que que entre más se aproximaban a su destino era fácil notarlo. Era como si se comenzara a formar justo enfrente de él, una enorme casa antigua rodeada de varios edificios institucionales aparecían del mismo aire solidificandose de los más cercanos a los más alejados. Talló sus ojos, jamás había tenido la oportunidad de presenciar un evento tan complicado como esto. ¿Era acaso lo que la gente llamaba Hechizos?
- Bienvenido a mi alma mater, el Instituto Furukawa - murmura el hombre acercándose a la ostentosa entrada de reja negra que se abre por si sola para recibirlos. Siguieron por un largo sendero entre los jardines. A lo lejos se notaban varios árboles frondosos y regordetes arbustos que formaban el camino. La rotonda principal les recibe con una enorme fuente con la forma de un ala de murciélago - símbolo oficial del Instituto Furukawa - y un circulo de flores en sus faldas de diferentes tipos y colores. El edificio yacía subiendo unas cuantas escaleras y justo en el umbral de este se encontraba una figura observando.Sócrates se quedó viendo fijamente al hombre. Su tez era blanca y aunque distante podía discernir su amable sonrisa que se cubría con el largo cabello negro que se mecía con el viento de aquella mañana. Una larga túnica bailaba con las mismas rafagas lo cual veneraba el titulo de aquel ser que esperaba atento a que el menor terminara de descargar su maleta y tomara su lugar en el Instituto.
"Ayer soñé que era un ave.. enjaulada en una prisión de obsidiana.
Sin darme cuenta no era un sueño, sino un aviso de la nueva vida que me esperaba.
Esta era mi realidad... y debía afrontarla hasta que mi Padre regrese por mí..."- Tu debes de ser Sócrates Raven - una amable voz adornaba al hombre misterioso que sonreia como un pícaro zorro. Sus ojos casi cerrados por su gesto delataban ciertas raices asiaticas pero era todo el porte lo que tenía tenso al menor. - Mi nombre es Keitaro Furukawa y yo seré tu Director y Profesor. ¡Bienvenido seas al Instituto Furukawa!
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Instituto Furukawa - Dogma Cruxis
Fantasy¿Le aullas a la luna cáda que esta llena? ¿Has visto fantasmas atacar tu nevera por las noches? ¿Has visto a tus padres realizar cantos y recitar hechizos cuando piensan que no los ves? ¡Si dijiste SÍ a una de estas cosas significa que eres una cria...