Instituto Furukawa - Dogma Cruxis

Clase 34 - Familia de Bolsillo

Notas del Lector: Feliz Agosto! Hoy cumplo UN año en mi trabajo y eso me hace feliz! Me dieron ganas de escribir también, creo que ya es hora de que me adapte a ser mas creativo! Mi cerebro lo extraña!

La vida ha ido mejor! Pero también tengo un año peleando con mi problema de columna! Ya es hora de que lo vaya arreglando!

Cuidense mucho! Espero les guste mucho mi historia!

Nos vemos después de clase!

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Aris era totalmente igual a Naoh Fenian con la diferencia de que su cabello era totalmente negro y sus ojos eran color naranja. Las facciones, la manera de reir, todo parecía igual al compañero albino pero en una versión más pequeña y con cola. Sócrates lo miraba atentamente y a veces al menor se le iba una miradita para conocer al amigo de su hermano mayor. 
- Aris, el es Sócrates - dice al fin Noah presentando formalmente - es mi amigo de la escuela y me gusta decirle Grillo. 
- Mucho gusto, Aris - dice el pelinegro amablemente. 
- Grillo! Jajaja Grillo por que grillo? Jajajaja grillo grillo grillo. 

Sócrates comenzó a sentir un ligero rubor en sus mejillas y vió como Aris inflaba los cachetes un momento, para luego dejar salir un pequeño eructo que hizo reír a ambos Fenian. 
- Perdon~ jajaja - dice Aris con cero vergüenza. Por alguna razón esta actitud hizo que Sócrates se sintiera un poco mejor y hasta se unió a las risas. 

Caminaron por las áreas de juegos de Little Monster y a lo lejos pudieron ver a Taylor siendo atacado por su hermano, Maggie. Quien simplemente lo miraba de manera estoica y este le intentaba complacer con juguetes. 
- Vaya si que es fría esa niña.. - murmura Sócrates.
- Maggie es un demonio Cain.. -  agrega el albino mientras intenta sacar una chocorana de su mochila - es un tipo de demonios que tienen emociones muy pequeñas o inexistentes. Como Kat, del salón, la chica de lentes?? 
- Entiendo... entonces Maggie no quiere a su hermano Taylor? - dice Sócrates viendo al par. 
- Maggie lo quiere mucho, solo no lo expresa~ - lo cual hace pensar que probablemente es mas un lazo de hermanos, como el que él tiene con Aris - puedo sentir el amor que le tiene, solo es complicado, supongo~
- Shi, yo la traigo loca - bufa Aris flexionando sus brazitos de niño- Maggie es mi novia y no lo sabe. 
- Ah, vaya... 

Noah y Sócrates se ríen ante el despliegue de confianza de Aris en lo que logran ver a una mujer de cabello purpura, largo y hermoso, pasar cerca de ellos. 
- Adiós Profesora Nightwolf! - dice Noah saludando. 
- Fenian, no es grato verte por aquí... por favor intenta portarte bien. 
- Siii no se preocupe vine de visita~ - sonrie Noah amplia y tontamente cosa que no le hace mucha gracia a la hermosa profesora de frío rostro. 
- Como dije... espero se porte bien.. - agrega ella dando media vuelta y siguiendo su camino. Un par de estudiantes la seguía como si fueran asistentes. - La salida es a las 5... 
- ¡Okaaay! - levanta la mano Fenian mientras la tutora se aleja - Ella es la profesora Aria Nightwolf, es la Directora de Little Monsters - agrega Noah entre risillas con su hermano. 
- Que?! - respondió grillo sorprendido - Porque te llevas tan impersonalmente con ella??
- Ella nos recibió cuando llegamos a Furukawa y nos enseñó muchas cosas. Especialmente a mi a como utilizar y reconocer la magia... ya que yo solo sabia hacerla pero no sabia por que o que era.... 

Sócrates miró a Noah quien se acomodó en una banca. Aris comienza a saludar a otros niños mientras que los dos estudiantes de primero descansan un poco. Noah saca de su bolsillo una chocorana que lo mira por un momento. 
- Aris tenia menos de 3 años y yo iba cumpliendo los ocho... cuando el Profesor Furukawa llegó a la casa y nos trajo para acá... Mi madre y mi padrastro nos habían abandonado un día, sin decir nada y ya no los volvimos a ver. Mi padre murió tres años antes de eso en un accidente de autos.. según tengo entendido fue un hechicero investigador muy inteligente... recuerdo que había muchos libreros en la casa y le gustaba enseñarlos. 
- Tres años.. entonces Aris... 
- Si, Aris es hijo de mi padrastro. Un demonio que sedujo a mi mama y me trataba como basura. Aris ni siquiera le importaba lo suficiente.... hasta que un día ambos se fueron y tuve que aprender a cuidar de mi hermanito.... darle de comer y a mí mismo. Fue cuando aprendí a usar magia.. sin saberlo bajaba cajas de cereal de lo mas alto de las alacenas o abría las latas sin problemas. Cuando el Director Keitaro nos encontró habíamos sobrevivido un año completo. El nos ofreció un hogar y lo tomamos sin pensarlo y por eso le estoy muy agradecido....
- Noah...
- Aris casi no recuerda esa época que vivimos, pero el sabe que siempre lo voy a cuidar... él es mi única familia... no se que haría sin él. 
- Hey, pero no pienses así! - exclama Sócrates tomándole la mano - yo puedo ser tu familia también! Ahora somos amigos! Y Mila y Källe y el superior Korhonnen! Podemos ser.. tu sabes tu familia de bolsillo. 
- Familia de Bolsillo?? - pregunta extrañado Noah. 
- Si tu sabes... como los regalitos que vienen en las bolsas de cereal... que realmente no puedes elegir que te toca pero lo que te toque sabes que será divertido e inolvidable. 

Noah observó sorprendido ante las palabras de Sócrates y como estaba intentando dominar su propio concepto. Tal vez se había escuchado mejor en su cabeza pero lo había hecho. El pelinegro se sonrojó mientras que el albino soltó una carcajada y terminó dándole un fuerte abrazo a su amigo. 
- Gracias! Entiendo! - dice con una sonrisa tonta, sin darle la oportunidad de ver un par de lágrimas intentando escapar de sus ojitos morados- Gracias por ser mi familia de Bolsillo!
- Hey no te burles! - dice Sócrates consternado, pero pronto regresando el abrazo.

Se quedaron ambos en silencio un momento hasta que por alguna razón Aris suelta un eructo y agradece como si hubiera comido un buffet. Noah y Sócrates se ríen pero la verdad había sido la excusa perfecta para evitar que Sócrates reiterara que - obviamente- agradece al peliblanco por ser su propia familia de bolsillo...

Esa noche pensaría en escribir a su padre nuevamente aunque no tuviera respuesta.